Carlos Martínez Amador, nuevo líder del PRD, tomó las oficinas del partido con ayuda de un grupo de personas que intimidaron al personal para obtener las llaves; Dulce María Árias Atayde, delegada del CEN, reprobó el hecho, pero no confrontó al dirigente.
Minutos antes del mediodía, la excandidata a la gubernatura, Roxana Luna Porquillo, publicó en su cuenta de Twitter que “grupos de choque” ingresaron a las oficinas, donde ella se encontraba junto con la delegada.
“Grupos de choque están llegando al PRD, estoy con la delegada y reportan los golpeadores por su celular que ya están adentro”, denunció la también secretaria de Movimientos Sociales del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Para evitar actos violentos, la secretaria de Finanzas del Comité Directivo Estatal (CDE), Ruth Castro, entregó las llaves, pero las personas ingresaron a las oficinas y se plantaron, sin hacer desmanes ni saquear, eso sí, acosando al personal, burlándose y amenazándolos con indirectas, según se dio a conocer posteriormente en rueda de prensa.
Tras los hechos, Luna Porquillo citó a los medios a la una de la tarde para dar a conocer lo ocurrido y mostrar fotos de las personas que invadieron las instalaciones.
Denunció que las personas traían uniformes del servicio de limpia municipal, e incluso la herramienta de trabajo con los logotipos de ayuntamiento de Puebla, por lo que exigió una explicación por eso.
Mientras narraba lo ocurrido, Martínez Amador –nombrado líder el domingo pasado- se apersonó en el lugar, acompañado del diputado local Julián Rendón Tapia.
Martínez y Rendón reclaman oficinas
Los personajes, integrantes de la corriente Nueva Izquierda (NI) -afín al exgobernador Rafael Moreno Valle– interrumpieron la rueda de prensa para exigir que les fueran entregadas las oficinas.
Sin un reclamo, Árias Atayde prosiguió su relato, en el cual denunció que las personas, a las que llamó “toda una estructura de poder”, fueron específicamente para intimidar, pero no responsabilizó a nadie.
Argumentó que desconocía el motivo de la intimidación, pues ella fue enviada por el CEN a “trabajar y coadyuvar con todas las expresiones”, por lo que dejó entrever que la agresión fue hecha por un grupo del PRD, mientras la escuchaban los integrantes de NI.
Por todo esto, pidió “una entrevista” con el gobernador Antonio Gali Fayad, para que “dé certidumbre al partido de que se podrá realizar un proceso electoral con la mayor seguridad posible”.
Posteriormente, sin Martínez Amador ni Rendón Tapia a un lado, Luna Porquillo declaró que “desconocía” al primero como líder del CDE, pues el CEN no lo ha ratificado luego de que fue electo por consejeros afines a él tras la expulsión de la expresidenta Socorro Quezada Tiempo.
Por su parte, Árias Atayde mencionó que no está a favor ni en contra de la designación de Martínez Amador, pero reiteró que la dirigencia nacional no lo ha reconocido, por lo que oficialmente no es líder del partido en Puebla, aunque esta mañana haya comenzado a negociar, junto con ella, una alianza electoral con el PAN y Movimiento ciudadano (MC).
