Ante el aumento de aspirantes a la educación superior, el “endowment”, que consiste en donaciones y subvenciones privadas, es un mecanismo adicional de recaudación de fondos que permite a las universidades incrementar sus ingresos financieros.
Así lo sugirió Rodrigo Méndez Guerrero, director comercial de Santander Universidades, durante el último día del Congreso Nacional Otoño 2017 de la Amereiaf, con sede en la BUAP, donde advirtió que dicha necesidad no siempre coincide con la visión de los gobiernos, “ya que mantienen los subsidios (a las instituciones) o los reducen”.
De acuerdo con el especialista el endowment es un fondo de capitalización que las instituciones reciben por parte de exalumnos, empresarios o fundaciones, las cuales se reinvierten en acciones, renta fija o capital de riesgo, para incrementar el valor del activo con el paso del tiempo. Este proceso –afirmó– permite mantener el poder adquisitivo real y la distribución del gasto de las universidades.
Explicó que las grandes donaciones y otros tipos de mecenazgos se incorporan a una bolsa endowment que va a perpetuidad y son numerosas sus formas de financiamiento. Además, los recursos obtenidos generan retornos de inversión, que pueden ser utilizados para labores operativas y pago de salarios, generalmente cubiertos por los subsidios o las colegiaturas.
Genera dinero para becas y nómina, destaca
Muchas bolsas de este tipo son utilizadas para potenciar el talento de los estudiantes mediante becas, contratar docentes, incrementar la matrícula y emprender proyectos especiales.
Destacó que, actualmente, todas las universidades importantes en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido tienen sus propios “Endowment Funds”: “son más de 800 en el país vecino del norte, más de 250 en Canadá y más de 100 en la nación británica”.
Ante los miembros de la Asociación Mexicana de Responsables de la Estandarización de la Información Administrativa y Financiera en las Instituciones de Educación Superior (Amereiaf), indicó que los fondos más exitosos de endowments, Harvard y Yale, cuentan con 35 mil 700 millones y 25 mil millones de dólares, respectivamente.
Asimismo, advirtió que es importante trasparentar el destino de las donaciones, pues “una cultura de transparencia y rendición de cuentas abonará más a la cultura de donación que caracteriza a los mexicanos”.
Editado por Luis Alberto Palacios
