Nigeria; el país de la violencia. Foto: The Objective
Nigeria; el país de la violencia. Foto: The Objective
Nigeria: el país de la violencia y omisiones en derechos humanos. Foto: The Objective

Cerca de la conmemoración de la matanza de 347 musulmanes en manos del ejército, el gobierno de Nigeria parece no haber dejado de ejercer violencia contra su población, ya sea encarcelándola, limitando la soberanía o libertades de preferencias sexuales y de prensa.

El terrorismo ha azotado, sin embargo, la población desde el pasado 2014 con la muerte de 34 musulmanes en el estado de Zaria y un año más tarde el asesinato de 347, no ha experimentado más acciones de parte de sus fuerzas armadas que violencia.

Ahora, los musulmanes de Zaria temen el ejercicio de su religión, a la congregación en lugares de adoración e incluso a manifestarse, ya que anteriormente los soldados han asesinado a miembros de su comunidad y a otros los han detenido sin fianza ni juicio, una figura que llaman “detención administrativa”.

La prensa local ha afirmado que en los últimos días, las fuerzas armadas nigerianas han aumentado su presencia en diversas zonas, tales como Zaria donde la autoridad, Haruna Mohammed Sani notificó que la armada se encuentra ahí para “salvaguardar vidas y propiedad”.

 

Tensión en derechos humanos

Human Rights Watch (HRW) en su reporte de 2017, informó que desde 2016 cuando en cuatro estados al norte del país, se establecieron vetos para musulmanes, las tensiones entre grupos han ido a la par de la violencia ejercida por el Estado.

HRW dijo que en febrero y mayo de este año, las fuerzas armadas emprendieron una campaña contra los partidarios del movimiento separatista de Biafra, dando muerte a 40 integrantes de los colectivos Comunidades Indígenas de Biafra (IPOB) y el Movimiento para la Actualización de la Soberanía del Estado de Biafra (Massob).

Dicha situación, originó un incremento en las manifestaciones, de las que se han detenido un aproximado de 60 personas, según reportes de la prensa nacional. Los detenidos se encuentran acusados de conspiración, terrorismo y sociedad ilegal. De hecho, la gestión nigeriana ha considerado al movimiento separatista como un grupo terrorista.

También, a comienzos de este mes, se ha responsabilizado al ejército de la destrucción de 43 casas en el estado de Bayelsa. HRW informa que las personas homosexuales también ven amenazadas sus libertades.

 

Con problema de hacinamiento

Amnistía Internacional, por su parte, ha afirmado que a pesar que el gobierno ha liberado a mil 500 presos luego de la detención masiva de personas que huían de Boko Haram, las cárceles continúan sufriendo de hacinamiento.

La mayoría de los privados de su libertad no han tenido acceso a abogados o juicios. Debido a esa situación y como consecuencia de enfermedades contraídas bajo las condiciones de encarcelamiento, en 2016 murieron 240 personas, entre ellos, 29 infantes.

El ejercicio del periodismo dista también de gozar plena libertad, ya que en Umuahia, estado de Abia, el pasado mes de septiembre, soldados irrumpieron en el lugar donde se encontraban reporteros que conforman el Sindicato de Periodistas Nigerianos, destrozando o reteniendo celulares, cámaras y computadoras en las que los periodistas habían resguardado información.

Por su parte, la Sociedad de Estudiantes Musulmanes de Nigeria (MSSN) advirtió que a menos que se tomen acciones urgentes para detener ataques entre grupos alrededor del país, existe la posibilidad de una guerra civil.

El documento firmado por la sociedad, afirmó “Nuestra atención se centra en el crudo caos, locura y asesinato, la destrucción de vidas y la propiedad de musulmanes nigerianos en algunos estados del sudeste, especialmente en Abia”. Asimismo, calificaron las agresiones como “animales y barbáricos, también imperdonablemente provocativos”.

 

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