La cifra de migrantes mexicanos muertos en el camión donde eran transportados, en San Antonio, Texas, subió a siete, mientras que, de 34 connacionales recatados, 27 están hospitalizados, dijo este miércoles la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La dependencia aún no ha emitido una lista oficial con los nombres de los fallecidos, así como de los que están internados y quienes fueron dados de alta, aunque medios estadounidenses ya han entrevistado a algunos de ellos.
Entrevistado por la cadena Univisión, Antonio Lara Vega, procedente de Aguascalientes, refirió que el camión “estaba lleno” de personas, “no había agua” y hacía tanto calor que finalmente él se desmayó y despertó en el hospital, donde se encuentra detenido.
De acuerdo con informes de las autoridades estadounidenses, hasta el momento se cuentan 10 personas fallecidas por “asfixia” en el interior de la caja de dicho vehículo –asegurado el pasado 23 de julio en el estacionamiento de un Wal-Mart–, el cual “no contaba con aire acondicionado” y estuvo expuesto a temperaturas de hasta 38 grados centígrados.
CNDH urge investigación y protección a afectados
Tras el hecho, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) urgió a las autoridades mexicanas exigir sus homólogos de Estado Unidos que investiguen el incidente y sanciones a los responsables.
Para los sobrevivientes, pidió asistencia y protección consular y demandó que quienes se dediquen al tráfico de personas (los llamados coyotes) “deben ser presentados ante la justicia para que no haya impunidad“.
Asimismo, consideró que las autoridades mexicanas deben tener en cuenta que “connacionales y personas de diferentes nacionalidades se ven obligados a encontrar rutas y opciones de traslado que las vuelven vulnerables a la violación de sus derechos humanos y proclives a que se cometan gran cantidad de delitos y abusos en su contra, que incluyen la pérdida de la vida”.
Fuentes: El Financiero, Univisión
Editado por Luis Alberto Palacios
