El rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, entregó la remodelación del área de diseño y prototipos, ubicada en el Centro Universitario de vinculación y transferencia de tecnología, que servirá para probar el funcionamiento de los modelos ahí creados.
Además, dijo que en dicho laboratorio se aplica el conocimiento y se genera respuestas a los requerimientos de la sociedad.
“Este avance corresponde a la nueva visión de la institución para que los beneficios del conocimiento se reflejen y generen alternativas a los desafíos de nuestro tiempo”, afirmó.
Informó que este modelo se replicará en el Eco Campus Universitario Valsequillo para dar mayor viabilidad a la transferencia y aplicación del saber que se desarrollará en los laboratorios de ese espacio de investigación.
Dotan de tecnología 3D
El área denominada “Maker zone” cuenta con una impresora 3D, equipo de torno y fresado, control numérico por computadora, drones, controladores lógicos programables, hardware y software para realidad aumentada y virtual.
También se contribuirá en tareas de las áreas que integran a la Dirección de Innovación y Transferencia de Conocimiento, entre los que se encuentra el Centro de Innovación y Competitividad Empresarial, que consta de convenios, uno de ellos con presencia en ocho municipios de la entidad y ha atendido a mil 217 personas, entre ellos productores de maíz pozolero, sorgo, chía y pitaya.
Además, la oficina de Comercialización de Tecnología ha tramitado 186 solicitudes de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, de las cuales se han otorgado 25.
Asimismo, elaboró dos proyectos para empresas de spin off y creó la revista Alianzas y tendencias, para informar sobre los avances registrados en materia de desarrollos tecnológicos.
Por su parte, el Centro Universitario de Vinculación tiene 368 clientes externos, 300 proyectos desarrollados y más de mil 200 empleos generados, además de que colabora con 125 investigadores de la BUAP y 52 externos.
Entre los primeros prototipos fabricados en dicha área se encuentra un brazo robótico y drones adaptados para diferentes propósitos, por ejemplo, monitorear la contaminación del río Atoyac, proyecto en coordinación con el ayuntamiento de Puebla.
Editado por: Carlos Rodrigo Balcázar Placeres
