El edil de Tochtepec, Marcos Pérez Calderón, señaló que en el municipio “nadie quiere ser policía, sino huachicolero”, ya que la gente gana más si se dedica al robo de combustible, problema que –acusó– los gobiernos federal y estatal tardaron en atender.
Al igual que los adultos, expuso que los menores de edad también aspiran a dedicarse a la ordeña de ductos de Pemex, ya que en lo que va del año se detectó que al menos 30 jóvenes dejaron la escuela por posibles vínculos con el robo de hidrocarburo, pues al día, los niños llegan a ganar 500 pesos por ser “halcones”, es decir, avisar a los chupaductos sobre la presencia de policías o militares en la zona.
Entrevistado este miércoles en la capital poblana, aseguró que la mayoría de los jóvenes “no tiene necesidad” de relacionarse con el crimen, sin embargo, aseveró que lo hacen “porque son introvertidos”.
De igual forma, señaló que buscan “llamar la atención” de sus padres, aunque este diagnóstico lo adjudicó a la psicóloga que se ha acercado a los menores, a quien por cierto, tachó de “loca”.
Federación y estado fueron omisos
“Los jóvenes no tienen la necesidad; pero lo hacen por el dinero y para llamar la atención de sus padres; o bueno, eso me ha dicho la psicóloga, pobre, ha de estar más loca que yo”, afirmó.
A pesar de ello, aseguró que el municipio “está tranquilo”, pues desde la llegada del Ejército se restableció el orden debido a que mantienen operativos en las tres entradas del municipio; no obstante, señaló que los gobiernos federal y estatal “se tardaron” en atender el problema del huachicol, pues afirmó que desde 2015 él “les dijo” lo que estaba pasando, pero “no le hicieron caso”.
Sostuvo que a partir de que dio a conocer el incremento en el robo de combustible, recibió amenazas de muerte, por lo cual pidió seguridad personal e incluso propuso otorgar un seguro de vida a los alcaldes, pero ninguna de sus peticiones prosperó.
En el 2016, volvió a denunciar amenazas e interpuso denuncias penales, pero acusó que los gobiernos continuaron omisos.
No teme ser investigado
Fue hasta el enfrentamiento entre militares y huachicoleros en Palmarito Tochapan el 3 de mayo cuando –aseguró- las autoridades por fin “entendieron la gravedad” del problema y decidieron actuar.
Desde entonces, agregó, se han recuperado de 5 a 7 mil litros de combustible de procedencia ilícita, además de varios vehículos que fueron robados.
Aún así, Pérez Calderón consideró que el municipio está en riesgo porque sólo cuenta con 32 policías, por lo que hay un déficit del 46 por ciento, además de que, apuntó, si el Ejército se va, nuevamente incrementará el crimen.
Con respecto a las investigaciones que el gobierno estatal realiza a los alcaldes del “Triángulo Rojo, refirió que “están bien”, al mismo tiempo que rechazó “tener miedo”, pues aseguró que no tiene ningún vínculo con el robo de combustible.
