La conservación de la flora es una tarea fundamental de los jardines botánicos y estos reservorios contribuyen a los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU, dijo la investigadora del Instituto de Biología de la UNAM, Edelmira Linares Mazari.
Lo anterior durante la conferencia inaugural del simposio “Jardines botánicos: su aportación en el desarrollo de la botánica y de la conservación de la flora para la sociedad mexicana”, donde habló sobre el surgimiento de dichos lugares.
Sostuvo que aunque las labores de los etnobotánicos no cumplirán por sí solas los objetivos de desarrollo social de la Agenda 2030, pero ellos pueden contribuir a la búsqueda del fin de la pobreza.
“Pese a que México es considerado un país megadiverso, aún no cuenta con un inventario acabado”, informó.
Asimismo, precisó que “es urgente” documentar el conocimiento etnobotánico, ya que “los ecosistemas se acortan”.Incluir a la sociedad
La investigadora exhortó a los biólogos, botánicos y profesionales del área a sumar esfuerzos con la iniciativa privada, comunidades locales, organismos del tercer sector y gobiernos, para emprender acciones conjuntas, por ejemplo, en la promoción del consumo de quelites.
“Si más gente comiera quelites, tendría una mejor dieta y salud, lo que empata con uno de los objetivos de la ONU, entre los que se encuentra asegurar vidas sanas y promover el bienestar para todos y todas las edades”, destacó.
Al respecto, generaron reuniones con chefs y restaurantes para que incorporen estos alimentos en su oferta gastronómica y materiales didácticos basados en estudios etnobotánicos para brindar información a productores, comercializadores y consumidores.
Editado por: Carlos Rodrigo Balcázar Placeres
