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Combatir apatía para que participación ciudadana sea una realidad. Foto: Especial

Los procesos de participación ciudadana serán de poca utilidad para lograr los cambios y transformaciones que demanda México, si con desinformación, apatía e ignorancia, los habitantes toman decisiones sin deliberación previa.

Lo anterior, aseguró el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, durante la firma de un convenio de colaboración en materia de cultura cívica entre la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Instituto Nacional Electoral (INE).

En el acto, efectuado en la sede del INE, subrayó que la cultura cívica es la vía para que la sociedad encauce su fuerza, capacidades y acciones hacia la construcción de un entorno de convivencia favorable para la consolidación de un mejor país.

Puntualizó que actualmente atestiguamos el resurgimiento de regímenes sustentados en un discurso populista, autoritario y excluyente, que deja de lado el respeto a la dignidad de las personas y cuestiona la validez de las instituciones democráticas.

Democracia debe empezar por ciudadanos

Por ello, refirió que debemos ver a la democracia como el entorno donde las diferencias y la pluralidad encuentran espacios de expresión y formas de convivencia, que para ser efectivo debe empezar por las personas a fin de trascender a las instituciones.

Por su parte, el presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, mencionó que en los últimos 40 años, en México se ha desarrollado un entramado institucional que ha asegurado la alternancia y la renovación pacífica.

Dijo que el mal estado de la democracia no es un problema de leyes, ni de procedimientos electorales, sino de tipo estructural que desde hace décadas hemos padecido. Se trata de la pobreza y la desigualdad que socavan la solidificación democrática y se han agravado por la incertidumbre del contexto internacional y la incipiente cultura cívica que predomina en la sociedad mexicana.

Córdova Vianello refirió que en los últimos veinte años no se habían tenido tantos ejemplos de democracia ni tanta protección de los derechos humanos, pero, reiteró hay malestar con la democracia.

Además, al problema deben añadirse la desafección que caracteriza a las nuevas generaciones con los fenómenos colectivos y la percepción de que el activismo virtual puede sustituir la participación política en espacios reales y deliberativos.

Editado por: Alina Escandón

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