Por Redacción

Según la OMS, entre 6 y 7 millones de personas padecen el mal de Chagas, provocado por la “chinche besucona”; Latinoamérica es la región con el mayor número de casos, por ello la BUAP desarrolló un bioinsecticida para controlarlo.

Investigadores de la Escuela de Biología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) crearon un químico para el control biológico de Meccus pallidipennis, insecto de la subfamilia Triatominae, conocida como “chinche besucona”, por la lesión que deja al picar, ya que es un transmisor causante de enfermedades.

Los investigadores realizaron un estudio serológico –comprueba la presencia de anticuerpos en sangre-– en Huaquechula, Puebla, en coordinación con Michael Gaunt, investigador de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Ehmtl), quien determinó que esta enfermedad es endémica en esta zona.

José Lino Zumaquero Ríos, responsable de este proyecto, indicó que cuando pica al ser humano, los insectos defecan encima de la herida y al rascarse, el afectado permite la entrada de Trypanosoma cruzi, parásito que, al ingresar al organismo, viaja al torrente sanguíneo hasta el corazón, donde anida y provoca lesiones cardiovasculares.

 

Con hongo, investigador evita el aumento de chinches

En el Laboratorio de Parásitos y Vectores, de dicha unidad académica, los investigadores consiguieron aislar una cepa del hongo Beauveria bassiana, la cual tiene las propiedades necesarias para matar al insecto, la cual evita que aumente su población y la transmisión del mal por esta vía.

Por un análisis filogenético, determinaron que la cepa de este hongo, recolectada en la comunidad de San Antonio Rayón, Puebla, tiene efectos entomopatógenos —organismo causante de enfermedades en los insectos– sobre las chinches, es decir, es un fuerte enemigo de los animales.

El científico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) explicó que cultivaron el hongo y que, al crecer, mediante procedimientos especiales, se esperan que generen esporas, para después aislar una muestra y exponerla ante los insectos a diferentes tiempos.

Señaló  que se han realizado diferentes pruebas y precisó que el hongo tiene propiedades quitinolíticas y proteolíticas, lo que significa que cuando los artrópodos entran en contacto con las esporas, éstas se adhieren a la cutícula y la degradan, provocándoles la muerte.

Una característica del método es que no necesita productos químicos como otros insecticidas para el control de estas plagas, por lo que disminuye los índices de contaminación ambiental generada por tóxicos.

 

El bioinsecticida termina con otras especies de chinches

Zumaquero Ríos refirió que refirió que las cepas de Beauveria bassiana han sido evaluadas con otras especies de chinches, como la Triatoma infestans, originaria de Sudamérica, y las pruebas han sido satisfactorias.

Precisó que por la efectividad y los buenos resultados, solicitó el registro de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en el área de salud, con el nombre de “Formulación biológica para el control de Meccus pallidipennis”, y el número MX/a/2014/006676.

Afirmó que en Huaquechila encontraron que el 5 por ciento de los infantes y el 20 por ciento  presentaron muestras de anticuerpos Trypanosoma cruzi o chinches.

Agregó que en México entre 30 y 33 por ciento de las personas que son infectadas por el parásito, padecen de la enfermedad de Chagas, y de éstos 70 por ciento son causados por Meccus pallidipennis.

El trabajo científico consiste en buscar alternativas biológicas que contribuyan con las estrategias que existen a nivel nacional y en Latinoamérica, para disminuir las poblaciones del insecto.

Finalmente, Lino Zumaquero aseveró que es importante que se generen estudios en todo el país sobre la actual propagación de las chinches, ya que a consecuencia del cambio climático, del incremento de la humedad y la temperatura, los insectos han llegado, incluso, a las zonas urbanas.

 

Editado por: Joselyn Furlong

Foto: Cortesía BUAP

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