El gobierno estatal descartó concretar una tercera armadora que fabrica vehículos eléctricos, la cual pretendía invertir 700 millones de dólares, pero a cambio pedía la donación de 40 hectáreas en San José Chiapa, donde está la planta Audi.
José Cabalán Macari Álvaro, secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico (Secotrade), explicó que será imposible porque se trata de un proyecto de largo plazo y por el tiempo no permitía avanzar en las pláticas con los inversionistas, originarios de Estados Unidos.
Comentó que tuvieron tres acercamientos con la empresa, sin decir el nombre, pero no hubo algo en concreto y mucho menos se llegó a tocar el tema de la donación de terrenos como la armadora ponía como condición para concretar su capital.
En entrevista, puntualizó que mantienen el contacto “es un tema de largo plazo, no de corto como se quisiera”.
La administración de Rafael Moreno Valle, con la aprobación del Congreso local, donó en el 2012 un total de 460 hectáreas para Audi, la cual producirá un volumen anual de 150 mil unidades de la camioneta Q5 en su fábrica que arrancará con 4 mil 200 empleados y que en una década llegará a los 10 mil contratados.
De esa extensión de tierra, 60 hectáreas son para la construcción de su parque logístico, que edifica desde mayo del 2014, con el fin de albergar a ocho autoparteras.
Encarecimiento de la tierra traba proyecto, dice CTM
Leobardo Soto Martínez, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), quien fue el enlace de la armadora estadounidense con la gestión estatal actual en noviembre de 2015, comentó que el proyecto se trabó por el encarecimiento de la tierra en San José Chiapa, a raíz de que se anunció para esa zona la inversión de Audi por mil 300 millones dólares para edificar su planta.
Sostuvo que la especulación de las tierras en esa región, comprendida también por Soltepec, Mazapiltepec, Rafael Lara Grajales y Nopalucan, se ha convertido en un “foco rojo”, sobre todo en los últimos dos municipios, donde están asentadas las industrias y que comienzan a recibir a las proveedoras de autopartes.
Dijo que la construcción del parque Finsa II en Nopalucan, es un ejemplo del alto costo que ahora tiene la tierra, pues el metro cuadrado con servicios vale mil pesos para las firmas que deseen operar en ese complejo, mientras que en una zona fabril de Tlaxcala, el costo es de 200 pesos por el mismo espacio.
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