La reforma educativa fue hecha para desmantelar al sindicato más grande de América Latina y no para reconfigurar los procesos educativos, lo que influyó que México ocupara el lugar 56 de 72 países evaluados con la prueba de PISA.
Así lo señaló Eduardo García Vázquez, doctor en Educación de la Universidad Iberoamérica campus Puebla, quien agregó que el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA) es una prueba estandarizada que no contempla las particularidades de cada país, por lo cual podría no evidenciar la situación educativa de México.
En una entrevista para Ángulo 7, indicó la reforma educativa fue una reforma laboral para desarticular al magisterio en México que está focalizado en Michoacán, Guerrero, Oaxaca y la Ciudad de México, algo que –aseguró– fue reconocido por Sylvia Schmelkes del Valle, presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Mencionó que a ello se agrega que la educación que en el país es desigual, pues los recursos económicos se concentran en las ciudades lo que discrimina a ciertos sectores, pues afirmó que un estudiante en Nuevo León recibe más apoyo que un alumno de la Sierra Negra o la Mixteca poblana.
El también coordinador de proyectos académicos de la Ibero Puebla afirmó que el Estado mexicano ha abandonado su responsabilidad en materia de educación de calidad.
Analizar contenidos de PISA
Aseveró que, para que haya una reforma educativa “real”, se debe replantear los objetivos, partiendo de la idea “de qué país queremos y (con base a ello) qué educación necesitamos”.
Además, García Vázquez sostuvo que se tiene que analizar los contenidos de PISA, pues podría ser una prueba “estandarizada” que no contempla las diferentes condiciones de los lugares –sociales, económicos, geográficos, acceso–.
Reiteró que este factor también puede influir en el resultado que obtuvo México, lo que traería como consecuencia que dicho examen no abone a evidenciar la realidad del sistema de educación en la República.
Cabe recordar que PISA, realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), colocó a los alumnos de México en el lugar 56 y evaluó ciencias, lectura y matemáticas, además de que se tuvo que invertir 44 millones de pesos para la aplicación.
