Un policía denunció ante la Comisión de Derechos Humanos (CDH) y la Contraloría, el presunto abuso de autoridad y acoso laboral del que fue víctima, al ser cambiado “sin motivo aparente” de base, pasando de Puebla a Chignahuapan.
El denunciante refiere que de manera verbal, –contradiciendo los procedimientos— fue notificado del cambio, y al solicitar una explicación por parte de sus superiores, Guillermo Palma Salazar, director de Operaciones Policiales; José Luis Jiménez Toledo, inspector y coordinador de la II Región y Adrián López Cavita, subinspector y coordinador general de la Región I, no recibió respuesta alguna y únicamente fue amenazado.
El nombramiento ocurrió el pasado 13 de octubre, cuando fue “notificado verbalmente” de que pasara al área de Recursos Humanos por un oficio de comisión, donde se le entregó el documento, en el cual se le advirtió que fue enviado a la Región Cecore II (ubicada en Chignahuapan) “por necesidades del servicio.
Tras solicitar información con su jefe inmediato, el también se dijo sorprendido y advirtió que nunca se le avisó del cambio, por lo que acudió a buscar a Palma Salazar.
Se deslinda
Al acercarse a Palma Salazar, este solo le respondió de manera déspota que hablara “con el director”, pues él no tenía nada que ver.
Por ello, intentó acercarse con el director, sin embargo no fue recibido.
De regresó se encontró con López Cavita quien “con prepotencia y amenazas” le advirtió que pasara por su oficio, pues “ya quería verme en Chignahuapan o si no me echaría al jurídico de la Dirección para perjudicarme“.
Por ello, el afectado levantó la denuncia, pues –advirtió– el cambio lo afecta, principalmente en el aspecto económico, por los gastos que implica su traslado.
Cabe recordar que no es la primera vez que los uniformados denuncian, e incluso, han advertido todos los movimientos se realizan “bajo órdenes y con consentimiento” del director general de la Policía Estatal Preventiva (PEP), Anhuar Fernández Redondo.
