Docentes y directivos de las escuelas públicas deben apropiarse de los Consejos Técnicos para un mayor provecho, y dejarlos de ver como requisito para cumplir con lo que estipula la SEP, señaló el académico de la Upaep, Juan Martín López Calva.
En una entrevista para Ángulo 7, indicó que dichos consejos todavía no funcionan según la reforma, pues a directivos y maestros les falta iniciativa para decidir qué se tratará en cada sesión, analizar las propuestas, cuáles se realizan y cuáles no, y sentir que son útiles las reuniones.
Añadió que los profesores jóvenes traen dinamismo e impulso para hacer las cosas de diferente manera en comparación de los que se ya tienen cerca de 20 o 30 años de servicio.
“Un 60 por ciento de profesores tiene la actitud de transformar las cosas en la educación en comparación del 40 por ciento que está habituado”.
Para ello, puntualizó que en las escuelas normales del estado se debe iniciar una formación en habilidades de comunicación, de planeación grupal, trabajo colegiado, la evaluación en grupo y a los docentes pertenecientes al magisterio, enseñarles a lograr acuerdos, generar conciencia de que sí va a funcionar, además de que lo estipulado en las sesiones se lleve a la práctica para que se vean resultados tangibles.
Abundó que hace falta capacitación para docentes, así como modificar la influencia del sindicato, pues, dijo, todavía los maestros que están más cercanos a este órgano los ubican en las escuelas con más recursos o no tan alejadas de las cabeceras, lo que genera desmotivación.
Los Consejos Técnicos Escolares se instauraron a partir del 2013, los cuales se reúnen el último viernes de cada mes para que el director, subdirectores y todo el personal docente de la institución analicen la situación de la escuela y se construyan propuestas para mejorar el entorno educativo.
Estandarizar evaluación docente
El decano en Artes y Humanidades de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) destacó que sí hacía falta una reforma educativa, crear un Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), un sistema de profesionalización y que las plazas se otorguen según una evaluación.
Consideró que el problema fue que los tiempos fueron cortos para iniciar la evaluación, así como el asunto de sensibilización de profesores sobre los cambios y los beneficios, además de la negociación en la parte laboral, lo que ocasionó las protestas por parte de la CNTE.
En cuanto a la prueba docente, dijo que los consejeros del INEE reconocieron que el tiempo impuesto por los legisladores fue apresurado y las primeras versiones de las pruebas no fueron adecuadas, por lo cual se debe aprender de ellas y mejorarlas.
Comentó que cuando arrancó la evaluación docente, había elementos de normatividad que se preguntaban, en lugar de cuestiones pedagógicas, pero ahora se ha ido puliendo el examen.
López Calva añadió que se le debe dar continuidad a los cambios y no sólo obtener resultados positivos “de momento”, además de que reiteró que las normales sean interdisciplinarias para que la formación de los maestros no sea limitada, así como un cambio de mentalidad en lo administrativo, el cual debería ser menos burocrático y darle más autonomía a las escuelas en toma de decisiones.
