Tercera y última parte
En México, se debe retomar reformas de leyes relacionadas con la alimentación, salud y bioseguridad , así como establecer el “principio precautorio” y los derechos campesinos para cultivar. Lo anterior para garantizar una buena nutrición de los ciudadanos.
Así lo señalaron en entrevista para Ángulo 7, Erica Hagman Aguilar, directora de Políticas y Normativas de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), y Raymundo Espinoza Hernández, titular de la Unidad de Asuntos jurídicos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
Aquí te dejamos la lista de las leyes que se deben mejorar para una alimentación saludable en México:
- Publicación del reglamento de la Ley General de Alimentación Adecuada y Sustentable, para garantizar a la población el acceso a una alimentación nutritiva y de calidad, respetando siempre al medio ambiente. Con ello, la comida libre de sustancias dañinas será accesible para todos, así como hacer realidad lo que dice el artículo 21 del etiquetado, para que la gente sepa lo que come.
- Eliminar la “Ley Monsanto”, es decir la Ley de Bioseguridad de los Alimentos. Esto, con el fin de ya no impulsar el cultivo de transgénicos y atender realmente la bioseguridad.
- Reformar Ley de Salud, para proteger este derecho humano, restringiendo el uso de plaguicidas y herbicidas altamente peligrosos.
- Reformas para promover los bioherbicidas, con el fin garantizar la seguridad de los alimentos y promover un proceso ágil para su autorización.
- Elevar el principio precautorio y derechos campesinos a nivel constitucional, con el fin respaldar medidas cautelares ante el uso y consumo de productos y tecnologías que pueden atentar contra la salud y el medio ambiente. Este principio no solo atiende al derecho a la salud, sino que también se relaciona con el derecho a la vida, por lo que al menos tendría que integrarse a la Ley General del Equilibrio Ecológico Y Protección al Ambiente. Asimismo, incluir los derechos campesinos en la Constitución para garantizar a las personas del campo las condiciones adecuadas para cultivar alimentos.