Primera parte

En México, existen dos paradigmas para la bioseguridad de los alimentos, uno que prioriza el mercado y otro enfocado en la salud; durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se le dio mayor importancia al segundo.

Así lo señalaron en entrevista con Ángulo 7, Erica Hagman Aguilar, directora de Políticas y Normativas de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), y Raymundo Espinoza Hernández, titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).

Ambos expertos coincidieron en que desde el inicio del sexenio de López Obrador, se viene dando un cambio de paradigma en el país.

Indicaron que antes, científicos, legisladores, y servidores públicos contaban con una visión que priorizaba los intereses de las empresas, promoviendo incluso el uso de transgénicos y glifosato, pese a los daños que generan a la salud y al medio ambiente.

No obstante, en la actualidad, esto cambió, pues, ahora se ha ido dejando de lado la parte comercial para poner énfasis en los derechos sociales de quienes se ven afectados. Tanto de campesinos, comunidades indígenas y como de los mismos consumidores de los productos alimenticios.

Antes era promover los organismos genéticamente modificados, y ahora lo que se trata es cumplir con la bioseguridad… (Atendiendo) a derechos como la alimentación, el ambiente, la salud y la biodiversidad.

Espinoza Hernández

AMLO priorizó bioseguridad en lugar de beneficiar a Monsanto

Señalaron que como parte de esta visión, en 2020 se hizo el decreto presidencial para prohibir el maíz transgénico y los herbicidas en la producción de alimentos. Más adelante, se impulsó un segundo decreto en 2023, reafirmando el compromiso del gobierno con la comunidad y sus derechos alimentarios.

Pese a ello, comentaron que empresas como Monsanto buscaron un amparo para detener los decretos. Acción que se les negó ya que sus demandas únicamente atendían a intereses particulares, y no al interés público.

Fueron más de 30 juicios de amparos, casi todos fueron de empresas… De esos en la mayoría está sobreseído, es decir, no se les dio razón a las empresas

Hagman Aguilar

Señalaron, que tal fue la argumentación y la estrategia jurídica para demostrar los daños de estos productos, que Monsanto tuvo que desistir de sus demandas en junio de este año.

Aún hay mucho por trabajar

Finalmente, dejaron en claro que aún hay mucho que seguir trabajando en el tema de regulación de organismos y alimentos transgénicos. Aseguraron que varias de las decisiones del pasado hoy son obstáculos a superar.

Ejemplo de ello es que aún existe la llamada “Ley Monsanto”. Detallaron que esta surgió con la iniciativa de impulsar la agricultura transgénica, y que ahora es una adversidad.

“La ‘Ley Monsanto’, parecía una ley de promoción de cultivos transgénicos, sobre todo en temas de permisos de liberación al ambiente de organismos genéticamente modificados”,

Hagman Aguilar.

Así mismo, señalaron que todavía persisten ciertas reservas de algunos grupos, como el Consejo Nacional Agropecuario. Señalaron que ellos temían una disminución en su producción con los cambios que se vienen dando.

No obstante, indicaron que las campañas de información son fundamentales. En ese sentido, comentaron que al día de hoy México es el cuarto máximo productor orgánico en el mundo.