La autopsia realizada a Yanqui Rothan Gómez Peralta descartó que detonara algún arma de fuego o haya consumido drogas o alcohol. Por lo que su madre, señaló que la versión de la policía estatal de que los estudiantes accionaran las armas contra ellos, es es falsa.

Compañeros de Gómez Peralta, fueron informados por testigos que los policías estatales que dispararon contra el estudiante, sembraron el arma y drogas en la escena. Los testigos señalaron que los agentes se llevaron la supuesta camioneta robada y al estudiante detenido antes de que la fiscalía realizara el peritaje.

Por lo que la Federación de Estudiantes Socialistas de México y la normal de Ayotzinapa, acusaron a las autoridades de Guerrero de fabricar delitos y sembrar armas. Recordaron que, en 2011, también se intentó justificar la desaparición de los 43 normalistas, con el argumento de que los estudiantes iniciaron las agresiones.

La fiscalía de Guerrero informó que abrió una investigación por el delito de homicidio calificado a los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, por la muerte de Gómez Peralta. Detalló que entregaran la información correspondiente a la Fiscalía General de la Republica, quien atrajo el caso.

Normalista de Ayotzinapa, asesinado

El director del Centro de Derechos de las Víctimas, Filiberto Velázquez Florencio, detalló que la noche del pasado 7 de marzo, tres estudiantes de la normal de Ayotzinapa viajaban en una camioneta con dirección a la normal Raúl Isidro Burgos, en Tixtla, Guerrero, para la celebración de los 98 años de su fundación.

Fue cuando se detuvieron para que uno de ellos bajara a una tienda, que elementos de la policía estatal comenzaron a amedrentarlos y golpearlos. Ante ello, los dos estudiantes huyeron del lugar, pero los policías dispararon contra ellos, hiriendo la cabeza a Gómez Peralta.

Su madre destacó que Gómez Peralta estudiaba el cuarto semestre de la licenciatura en Educación Primaria. Participaba y promovía la danza tradicional de los tlacololeros y era corredor guadalupano que, anualmente, asistía a la Basílica de Guadalupe en el club que su padre fundó hace 40 años.

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