Cercanos a Álvaro Uribe ponen en riesgo plan de pacificación de Petro. Foto: AP.
Cercanos a Álvaro Uribe ponen en riesgo plan de pacificación de Petro. Foto: AP.
Cercanos a Álvaro Uribe ponen en riesgo plan de pacificación de Petro. Foto: AP.
Cercanos a Álvaro Uribe ponen en riesgo plan de pacificación de Petro. Foto: AP.

La oposición al presidente colombiano Gustavo Petro ha acrecentado con la llegada al poder de gobernadores y alcaldes afines a las políticas del expresidente Álvaro Uribe, quienes impulsan una política autoritaria frente a la violencia y critican la priorización del dialogo como estrategia de paz.


El pasado mes de octubre se realizaron elecciones locales en Colombia, donde el partido Pacto Histórico del presidente Petro ganó solamente en Nariño y Magdalena, dos de los 32 estados. Mientras que, para obtener otros 7 departamentos, tuvo que aliarse con otros partidos.

Entidades como Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Barranquilla son ahora encabezados por miembros de partidos del centro, aunque afines a las políticas de derecha impulsadas por Álvaro Uribe.

Incluso, el expresidente Uribe, quien felicitó la estrategia de Felipe Calderón Hinojosa en México contra el narcotráfico, mientras los dos eran acusados por tener a funcionarios públicos ligados con el crimen organizado, fue invitado a la toma de posesión de Andrés Julián Rendón en Antioquia.

Por su parte, Federico Gutiérrez, nuevo alcalde de la capital de Antioquia, exigió durante su toma de posición que Petro “no castigue a Medellín y Antioquia por representar unos ideales diferentes a los suyos. Demuestre grandeza”.

Por lo que, junto con el gobernador, han perfilado la conformación de este departamento como un bastión de la oposición.

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Odio y criminalización

Gutiérrez y Rendón, provenientes de la derecha colombiana, entablaron una fórmula para las elecciones pasadas, donde uno de los discursos principales de su campaña fue establecer que el presidente Petro odiaba a este departamento con consignas como “Es Petro o es Antioquia” o “Nos pondremos de frente a un Petro que odia a los antioqueños”.

Sin embargo, lo que más ha destacado es su posicionamiento frente a la estrategia de pacificación de Petro, pues incluso han criminalizado a los beneficiados del programa Jóvenes en Paz, orientada a 100 mil personas en riesgo de ser cooptados por pandillas, con apoyos económicos y asesorías en educación, salud mental y trabajo social.

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