Humberto Sotelo

“La lengua de los sabios da lustre a la sabiduría; hierve en necedades la boca de los fatuos” (Proverbios 15:2).

 

Como todo mundo sabe, el rey Salomón le solicitó a Dios le concediese el don de la sabiduría, el cual se le otorgó,  tal como se señala en el Antiguo Testamento.

Desconocemos si el actual gobernador de Puebla, Salomón Céspedes Peregrina, solicitó algo parecido. Lo único que sabemos es que se le concedió el don de la suerte, porque el cargo que ocupa no lo obtuvo gracias a la voluntad popular, sino al fallecimiento de Luis Miguel Barbosa Huerta. 

Con mayor razón, a ningún militante de Morena se le consultó al respecto:  simple y sencillamente la gubernatura –valga la metáfora— le cayó del cielo.  Si se nos hubiese consultado sin duda habríamos respondido que no estábamos de acuerdo tomando en cuenta su pasado Prianista, y, sobre todo, el apoyo que brindó en su momento al gobernador Rafael Moreno Valle y su esposa Martha Érika.

De ningún modo somos fatalistas : esto es, no queremos decir que “su pasado le condena”, porque a veces determinados personajes del viejo régimen suelen a veces ejercer un digno papel, como lo ponen de relieve figuras como los gobernadores de Sonora, Sinaloa, y la gobernadora de Tabasco, Layda Sansores.

Empero el gobernador Salomón, desde que arribó al poder, no se ha esforzado en absoluto por ocultar sus simpatías por el Prian, tal como lo muestra el hecho de que la gran mayoría de los miembros de su equipo pertenecen a esta inefable organización.

Aparte de la anterior, no cesa de exhortar a los morenistas para que aceptemos como candidatos a personalidades como Pepe Chedraui y Estefan Chidiac, arguyendo que “Morena debe abrirse a políticos de  todos los orígenes (sic) si quiere triunfar en el próximo proceso electoral (Vid. InfoQuórum, 16/01/2024).

Aunque comprendemos ese tipo de exhortos, dado que nunca se ha distinguido por su militancia en la izquierda ni por haber abanderado algún movimiento social, debería tener la sabiduría necesaria  (como la del rey Salomón) como para comprender  que a los morenistas  — ni a amplios sectores de la población identificados con la 4T—    nos  molesta su falta de respeto a los enunciados ideológicos y programáticos de Morena, entre los cuales destaca el abrirle paso a gobiernos identificados con las clases populares, que no sigan las mismas sendas del Prian. Por ello, cuando se pronuncia “a favor de la inclusión total”  (sic)  para tener a los mejores cuadros en la contienda de 2024 (sic), no hace otra cosa que evidenciar su falta de conocimiento de los ideales del movimiento obradorista.

No estaría mal que el  Ejecutivo poblano examinara atentamente la encuesta realizada hace unos días por  IPM Estratégica, misma que revela que el  81 por ciento de los electores de Puebla capital rechaza la postulación a la alcaldía de Puebla de José Chedraui Budib a través de Morena, por haber sido opositor del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras 77 por ciento considera un error que ese partido de izquierda impulse como abanderado en la capital a un exdirigente del PRI  (Vid. La Jornada de oriente, 23 de enero 2024).

En nuestra colaboración anterior en Ángulo 7, sosteníamos que la dirección de Morena estaría jugando con fuego caso de admitir como candidatos a personajes tan nefastos como Hank Rohn,  Rommel (sic) Pacheco, y los citados Pepe Chedraui y Estefan Chidiac.   Afortunadamente todo parece indicar que aquélla ya se percató de ese riesgo, tal como lo ponen de relieve las declaraciones de Mario Delgado y Citlali Hernández,  presidente y secretaria, respectivamente de Morena, en el que aceptan la existencia de un gran malestar entre la militancia por la posible inclusión de las figuras mencionadas. En ese sentido, se comprometieron a realizar encuestas para determinar la conveniencia o no de incluirlas en las listas de candidatos.

En síntesis, exhortamos al gobernador Salomón a que abreve en la sabiduría de su ilustre tocayo.

Desde luego, tiene todo el derecho del mundo a mostrar sus simpatías o identificación con los personajes del Prian que tanto defiende, siempre y cuando evite en todo momento aseverar –como suele hacerlo–  que ello traerá consecuencias favorables para Morena.

Finalmente: estamos muy lejos de tener algún aversión personal hacia el actual gobernador de nuestra entidad.   Aunque no nos convencen sus llamados a la conciliación con los sempiternos enemigos de Morena, pensamos que es una persona muy agradable y conciliadora.

 

 

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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