Cartas a Gracia 

Leticia Ramírez Anaya, titular de la oficina educativa de la administración federal, iniciaría el segundo mes del año con una disertación mañanera en la que expondría los “avances en programas prioritarios que consolidan la transformación educativa del país” y que difundiría por intermedio del Boletín 24 de la SEP. En la misma “exposición” exaltaría a personal docente del “Sistema Público Nacional” sin distingo de raza, credo, filiación política, sindical y sin considerar sí laborarían para el sector público o para el privado. De entrada, reiteraría la vigencia de “la Estrategia en el aula, prevención de adicciones: Si te drogas te dañas”, cuyo universo contemplaría a los estudiantes de educación media (numero) a quienes buscaría alertar “sobre el daño que causan las drogas, principalmente las sintéticas, así como el uso del fentanilo”; lo mismo que de la ambigua “Jornada Nacional de la Escuela a la Comunidad” y de la que volvería a enunciar el objetivo: “Afianzar la vinculación entre la comunidad y las escuelas para que, juntos, logremos que el uso de las drogas no se generalice en las escuelas ni en la sociedad mexicana”.  A tan solo 5 días de realizarse, no han trascendido actividades, escuelas participantes, ni los espacios públicos destinados y mucho menos, cómo se daría la “vinculación escuela comunidad”, propia de esta jornada. Solo generalidades, aunque -señalaría- que, “esta acción incluye actividades culturales, artísticas, y sobre todo deportivas”, y extrañando espacios (áreas verdes, campos deportivos, calles seguras) que antaño utilizarían niñas, niños y adolescentes en zonas urbanas

El que podría ser el inciso 2 de 6 programas prioritarios, objeto del informe, abordaría el tema relacionado a los “planes y programas educativos [que] promueven educación inclusiva, intercultural, donde no se deja a nadie atrás y a nadie afuera”, y correría, a cargo de Martha Velda Hernández Moreno y cuyo logro atribuiría “a la participación de las y los maestros, a quienes se reconoce también su profesionalismo”. El siguiente inciso, Gracia, el número 3 de éste corte tempranero, destacaría la “reducción del abandono escolar” (de un 14.2 a un 8.7 por ciento en 5 ciclos escolares), deserción que atribuiría a “la entrega de la beca universal a los estudiantes del bachillerato”. Aunque este apoyo enmascara el abandono en ese nivel, dado que maestras y maestros de esas centros escolares, señalarían que muchas y muchos de los beneficiarios acuden a las escuelas solo a cobrar su estipendio; si bien el titular de educación superior informaría que “89 de cada 100 estudiantes que egresaron del bachillerato continuaron sus estudios superiores”, indicador que en los últimos años se incrementaría en 13 puntos porcentuales en comparación al crecimiento de un “32.6 por ciento en la matrícula de licenciatura que forma parte de la población más pobre”.  

A pesar de las solicitudes magisteriales para lograr un salario de emergencia para que nadie en el magisterio, incluida la plaza inicial de 20 horas semana-mes, ganase menos de 17 mil pesos mensuales, trascendería por intermedio de Óscar Flores Jiménez, titular de la Unidad de Administración y Finanzas que: “En el gobierno del presidente López Obrador se han invertido 80 mil millones de pesos en beneficio de mejores condiciones salariales, y se han basificado 950 mil plazas”.  

La estrella de la mañanera le correspondería a Marx Arriaga Navarro, director general de Materiales Educativos de la SEP. Él, destacaría, “que por primera vez en la historia se entregó la colección completa de Libros de Texto Gratuitos (LTG) para primaria y secundaria” aunque ignoraría que los correspondientes a media básica llegarían con tres meses de retraso y que en algunas entidades, la entrega sufriría anomalías originadas por amparos que habrían interpuesto, tanto una organización de padres de familia como autoridades educativas locales; no obstante tras unos meses de litigio, la sentencia favorecería a las autoridades educativas federales. Prometería que para el ciclo escolar 2024-2025 “con la entrega de los materiales educativos de telesecundaria, preescolar e inglés se alcanzará un total de 109 obras”, y en cuanto a su distribución, la directora general de Conaliteg mencionaría “para el presente ciclo escolar, se produjeron 156.3 millones libros y se distribuyeron 153.4 millones para 24.8 millones de estudiantes y 1.2 millones de docentes. Su superior jerárquica, que no su jefa, informaría “que, en los últimos cuatro ciclos escolares, es decir, de 2019-2020 a 2022-2023, se produjeron 662.5 millones de LTG y se distribuyeron en total 646.4 millones de ejemplares de 11 mil 483 colecciones en las 32 entidades”; cantidad que se diría fácil pero que implicaría un gran trabajo acumulado y el consecuente esfuerzo de quienes colaboran en ese organismo público descentralizado

Si la dirección general de materiales educativos fuera la estrella, el programa La Escuela Es Nuestra (LEEN) sería el lucero de la mañana; por lo menos en cuanto al manejo de las cifras. Su directora señalaría que el “99 por ciento de las escuelas públicas de Educación Básica, es decir, en 172 mil 779 planteles con inversión total que supera los 84 mil millones de pesos [y que a] a las escuelas consideradas con alto grado de marginación se asignaron 40 mil 30 millones de pesos”; al Conafe 9 229 000 000 y a los CAMs 889 000 000. Una danza de cifras imposible de verificar, por lo menos en el programa LEEN. Una de sus características radicaría en el manejo de cifras institucionales, que de la noche a la mañana incrementarían cantidades, en cuanto al número de instituciones que no coincidiría con la base de datos disponibles para consulta y con los montos que se incrementarían mágicamente, como posiblemente sucedería con otros programas prioritarios, Gracia.

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