Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

Con 86 votos a favor, 41 en contra y sin abstenciones, desde el Senado de la República se aprobó la reforma al Poder Judicial. Sin duda, el voto decisivo fue el de Miguel Ángel Yunes Márquez quien, a pesar de ser de la bancada del PAN, apoyó esta reforma de carácter histórico.

Esta reforma es histórica por el momento en el que pasa el país. Es decir, la Cuarta Transformación implicó para México la democratización de la vida pública, y que, se trastocaran los beneficios de los tres poderes.

A nivel federal, se redujo el gasto en las secretarías y a los altos funcionarios se les redujo el sueldo estableciendo como un tope el del presidente. Este actualmente es de 160 mil pesos al mes. Para el caso del legislativo, se eliminaron algunas prebendas y fondos que se utilizaban a discreción.

En ese sentido, esta reforma es crucial puesto que pone el ojo en este Poder que por años se mantuvo intacto. Tan intacto que tuvo la capacidad de frenar reformas constituciones como la Ley de la Industria Eléctrica o la Ley Minera, ambas propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, juntos obtenían 85 votos de 128 posibles en la Cámara Alta. La mayoría calificada se alcanza con 86. Aquí fue donde los líderes de Morena en el Senado tuvieron que convencer a un legislador de “oposición”.

Adán Augusto López Hernández, líder de bancada guinda, habló Yunes Márquez y, de acuerdo a lo que circula en medios nacionales, le prometió a que las carpetas de investigación que hay en su contra no procederían.

Sin embargo, el presidente señaló dos cosas en la mañanera de este miércoles 11 de septiembre:

  1. En la 4T, no valen las negociaciones donde hay “pactos de impunidad” y,
  2. Ante la insistencia de la reportera Jesica Zermeño, dijo que “en todo caso, una golondrina no hace verano”.

Senado aprueba reforma judicial con voto de Miguel Ángel Yunes, pero ¿quién es?

Yunes Márquez, panista de cepa en Veracruz, proviene de una familia que tiene bastantes claros oscuros. Por ejemplo, está siendo investigado por la autoridad federal judicial por falsificar documentación para su candidatura en 2021.  

Su suplente, su padre Miguel Ángel Yunes Linares, exgobernador de Veracruz, está investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Se le acusa de fraude y malversación de fondo por un monto de mil 34 millones de pesos.

Además, de acuerdo a la periodista Lydia Cacho Ribeiro, estaría involucrado en la red de pedofilia, pornografía infantil y trata de blancas en la que participaron Mario Marín Torres, Kamel Nacif Borge y Jean Succar Kuri.

A el hermano del ahora senador, Fernando Yunes Márquez, lo investigan por supuestos delitos electorales cometidos durante su periodo como presidente municipal de Veracruz, por presuntamente obligar a empleados del ayuntamiento a apoyar la candidatura de su hermano, Miguel Ángel.

La calidad moral de esta persona es incompatible con los principios de la 4T. No obstante, fue la única opción para pasar la reforma judicial.

Después de esto, los líderes de Morena en el Senado, López Hernández, Ignacio Mier Velazco y Gerardo Fernández Noroña, tendrían que ser autocríticos y explicarse por qué no consiguieron ese voto con otra persona.

Lo anterior porque sería preocupante que esa negociación implique impunidad a los Yunes. Por ello, preguntamos, ¿cambiará Yunes Márquez la forma antidemocrática y corrupta de hacer política? y ¿cómo logrará Morena en el Senado la mayoría calificada para el resto de las reformas?

El reto de los líderes de Morena en esta cámara es buscar otros votos que apoyen el paquete de reformas propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, convencidos de que ayudarán a los mexicanos.