Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

Como cada 30 de agosto, al menos desde hace 14 años, se conmemora el “Día Internacional de las Personas Victimas de Desaparición Forzada”. Así lo estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 21 de diciembre de 2010.

Sin embargo, es importante recordar que existe una diferencia entre una desaparición y una desaparición forzada. Ambas son graves, preocupantes y un lastre en el tejido social. Pero fundamentalmente radican en quién ejecuta la desaparición.

La desaparición, así, llanamente, quiere decir que fue ejecutada por particulares que en nada tiene que ver con alguna institución gubernamental. En el caso de aquellas que son “forzadas”, estas quieren decir que alguna autoridad estuvo involucrada.

Sin embargo, este día para conmemorar y reivindicar la dignidad de todos aquellos que ya no están, se toma por igual: el día de los desaparecidos, sin distingos. Este día, las calles se vuelven gritos de justicias y que piden que vuelvan, que sean hallados los ahora ausentes.

En Puebla, de acuerdo al “Colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla” y “Colectivo con Amor y Esperanza. Hasta Encontrarles Puebla”, existe una falta de empatía y solidaridad por parte de la sociedad al momento de pedir justicia.

Así lo expresaron el libro “Tejiendo la Memoria”, del cual Ángulo 7 tuvo la oportunidad con la coautora, Fernanda Quezada Mosqueda. Precisó que se debe entender el impacto que genera esta ausencia al mismo tiempo de no calificarla “normal”.

Asimismo, invitó a que la sociedad debe saber que los familiares pasan por un desgaste que implica dar con el paradero de aquello que ya no están. Pues dentro del libro “no deja de existir un reclamo por parte de los colectivos hacia los ciudadanos al sentirse abandonados en su lucha”.

Personas desaparecidas, además de empatía, necesario voltear a salud mental

De lo anterior, se deprende un reto para la autoridad. El fenómeno del sentir de las personas que asumen el papel de “buscadores”. Un punto que poco se aborda, y que se relega con el paso del tiempo.

En la entrevista que les invitamos a ver, escuchar, leer, se menciona que es importante crear mecanismos para que los familiares tengan acceso a esta atención. No es incrementar el burocratismo, sino ocupar los psicólogos de estancias como el DIF o Igualdad Sustantiva.

Voltear hacia esa parte también es un paso importante. Lo mismo que ocurrirá si el Congreso del Estado de Puebla aprueba, por fin, la Ley Especial de Declaración de Ausencia. Es decir, es voltear a ver a los problemas que se derivan de la desaparición de una persona.

Se necesita de una sinergia entre instituciones, pero volteando a ver a los familiares, para realmente garantizarles este tipo de “apoyo”.