Tras la renuncia de Julio Miguel Huerta Gómez a la Segob, quien se quede al frente de la dependencia tendrá como reto mantener la gobernabilidad, así como con los diferentes sectores, seguir con los viernes y lunes de atención a las mujeres y garantizar el proceso electoral.
Con este cambio que se realice, será el quinto titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) del primero de agosto del 2019 a la fecha, pues los tres primeros estuvieron durante la gestión del mandatario fallecido Miguel Barbosa Huerta: Fernando Manzanilla Prieto, David Méndez Márquez y Ana Lucia Hill Mayoral.
Mientras que en la actual administración de Sergio Salomón Céspedes Peregrina va uno, que es Huerta Gómez, quien dejó el cargo tras poco más de seis meses.
Por ello, el mandatario manifestó que “pronto” dará a conocer a quien se hará cargo de dicha dependencia, siendo la posición con mayor poder, solo por abajo del Ejecutivo, dentro del gabinete estatal, aunque no precisó si sería encargado de despacho o titular.
Ante esto, son dos personas que podrían quedar al frente de la dependencia para el casi año y medio que le falta a la actual gestión, una de ellas es Andrés Villegas Mendoza, quien llegó en diciembre como subsecretario de Gobernación y que es la segunda posición más importante en esta área.
Villegas Mendoza no había tenido anteriormente cargos públicos, pero desde agosto del año pasado es presidente del Consejo Estatal de Morena, posición que lo hace ser consejero nacional.
Ardelio Vargas llega a dependencia
El otro es Ardelio Vargas Fosado, quien apenas el lunes pasado fue ratificado como subsecretario de Desarrollo Político, pero que anteriormente ya había estado en la dependencia, por lo que es la segunda ocasión que llega a dicha secretaría.
Vargas Fosado fue presidente municipal de Xicotepec de Juárez, de donde es oriundo, de 1987 a 1990; también fue delegado del ahora extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), de 1996 al 2000, además de ser legislador federal por Puebla del 2009 al 2011.
De igual forma, fue secretario de Seguridad en los primeros dos años del sexenio morenovalista, por lo que, durante este periodo, en agosto del 2011fue acusado de ordenas y dirigir el desalojo de al menos 500 personas que se encontraban en posesión de un predio de la exhacienda de Atlamaxac, en el municipio de Chignahuapan.
Estos hechos fueron a petición de Lorenzo y Saúl Rivera, quienes eligieron propietarios de las 400 hectáreas que estaban siendo ocupadas, por lo que el saldo dejó destruidas y saqueadas viviendas, decenas de heridos, cuatro de ellos de gravedad, entre ellas una mujer de 70 años que fue atacada con un petardo, además de 31 detenidos, qué más tarde alcanzaron su libertad al pagar cada uno fianzas de 12 mil pesos.
Igual entre sus antecedentes que pesan en contra de él están que en ese mismo año designó a un grupo de granaderos de la SSP para desalojar a, por lo menos, 200 comerciantes de la zona de la 46 Poniente, que pretendían ingresar a las instalaciones de la Secretaría de Finanzas, dejando a su paso heridos por golpes de tolete, gas lacrimógeno y petardos.
En octubre del mismo año, granaderos desalojaron a golpes y con gases lacrimógenos miembros de dos cajas de ahorros que, frente a Casa Aguayo, realizaban una protesta para exigir justicia por un fraude millonario del que fueron víctimas.
Mientras que apenas en mayo pasado fue acusado de encabezar un desalojo de más de 200 familias en un predio de Pantepec, acto que en entreviste negó, pues afirmó que fue una orden que se tenía debido a que estaban invadiendo.
Segunda vez que regresa a la administración
En la actual administración en agosto del 2019 se convirtió en asesor de seguridad del gobierno barbosista y, para febrero del 2021, fue nombrado subsecretario de Gobernación, al que renunció en septiembre.
Sin embargo, estos casos son solo dentro de los cargos que ha tenido en Puebla, ya que a nivel nacional igual encabezó un enfrentamiento contra campesinos de Atenco en el Estado de México y, cono titular del Inami, fueron varias las quejas por violaciones a los derechos humanos de los migrantes.
Y es que, dentro de la Segob, el que quede tendrá que garantizar la gobernabilidad y, para el otro año, vigilar que el proceso electoral local se desarrolle en calma, en el cual se renovarán todos los cargos, desde alcaldías, hasta la gubernatura.
LPR