Omar García Harfuch; El “Caballero de la Noche” de la CDMX
Omar García Harfuch; El “Caballero de la Noche” de la CDMX. Fuente: Mente Política y Empresarial

En el marco de los anuncios de Morena para las candidaturas en CDMX, la imagen de Omar García Harfuch ha ganado relevancia entre aquellos que advocan por el partido, sobre todo por su campaña, en la cual ha estado usando a Batman cómo icono de sus propuestas.

El exsecretario de Seguridad Ciudadana -puesto que fungió durante la administración de Claudia Sheinbaum en la capital mexicana- busca la candidatura en Morena para convertirse en el próximo alcalde de la metrópolis, a la que se refiere cariñosamente cómo su “Ciudad Gótica”.

Por medio de una interesante campaña en la que ha utilizado la imagen del popular “Caballero De la Noche”, el exfuncionario ha ganado un nivel de viralidad que ninguno de los otros posibles candidatos de Morena ha gozado, convirtiéndose así en el favorito de muchos partidarios de la 4T en la Ciudad de México.

Pero, ¿Quién es Omar García Harfuch? ¿Por qué está utilizando la imagen de este amado superhéroe cómo la base estética de su posible campaña? Bueno, aquí les daremos un resumen sobre el historial, las propuestas, y las controversias de este particular personaje, quien promete salvar del crimen a los ciudadanos de la capital.

De cuna de oro a justiciero

Hijo de la cantante y actriz, María Harfuch Hidalgo –mejor conocida como María Sorté-, y del extitular de la Dirección Federal de Seguridad y exdirigente del PRI, Javier García Paniagua, Omar nació en Cuernavaca, Morelos, en el año 1982. Creció rodeado de importantes artistas y figuras políticas.

Cuando llego el momento de elegir una carrera universitaria, el joven Harfuch decidió inclinarse por el estudio de las leyes, al igual que su padre, convirtiéndose así en Licenciado en Derecho por la Universidad Continental, y licenciado en Seguridad Pública por la Universidad del Valle de México.

Al poco tiempo de terminar sus estudios decidió ingresar en la ya extinta Policía Federal, como jefe de departamento de la Coordinación de Inteligencia para la Prevención del Delito. Durante su estadía en esta institución fue condecorado dos veces al Mérito Policial de segunda y primera clase.

Es aquí que la historia del García Harfuch que conocemos realmente comenzó, ya que en el 2012 comenzó su labor cómo el Coordinador Estatal de la Policía Federal en el estado de Guerrero. Fue durante esta época que se le acusa de haber participado en la creación de laverdad históricade los 43 de Ayotzinapa.

Su rol en toda la investigación fue tan esencial que le gano un ascenso, por lo que, en el 2015, asumió el cargo de titular de la División de Investigación de la Policía Federal, y también de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la ahora extinta Procuraduría General de la República (PGR).

En el 2019 presentó su renuncia a la AIC, y poco a poco se introdujo a si mismo dentro de nuevos círculos políticos. Fue así que termino desempeñando como Jefe General de la Policía de Investigación de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

La sombra de Iguala y la “verdad histórica”

Pero, al igual que la imagen de Bruce Wayne –un hijo de personas exitosas e influyentes, cuyo afán por la justicia lo lleva a enfrentarse al crimen- García Harfuch tiene antecedentes que le han causado una serie de problemas, así como fuertes controversias que le señalan cómo implicado en situaciones un tanto delicadas.

Si bien las críticas a su origen privilegiado, y alegaciones de nepotismo por parte de su padre, son algo con lo que el exfuncionario siempre ha lidiado, cuando se habla de su época en el Estado de Guerrero, la conversación se torna en algo un poco más oscuro y alejado de la imagen heroica que actualmente demuestra.

Tan solo en septiembre de este año, familiares de los 43 de Ayotzinapa pidieron indagar a quienes aparecen en los archivos oficiales del caso presentados hasta ahora, entre ellos el actual aspirante a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

De acuerdo a las familias, García Harfuch también participó en la creación de la llamada “verdad histórica”, la polémica versión de los hechos con la que el expresidente Enrique Peña Nieto buscó dar por terminada la investigación de la masacre en Iguala.

De igual forma, alegaciones recientes han surgido por parte de la periodista, e investigadora, Anabel Hernández, quien público una entrevista en DW con el narcotraficante Dámaso López Serrano, aliasEl Mini Lic”, ex miembro del Cartel de Sinaloa, quien afirmo haber recibido dinero del exfuncionario.

Tampoco se puede dejar pasar de lado la mención del funcionario en un cable informativo divulgado por Wikileaks, donde se indicaba que desde el 2009, Garfuch –y otros 11 agentes de la Policía Federal- estaban siendo investigados por el gobierno estadounidense por presuntas irregularidades y actos delincuenciales.

Pese a ello, el ahora partidario de Morena ha negado las acusaciones, y quienes le apoyan señalan a estas de injurias. La razón de este incondicional apoyo puede deberse al trabajo que desempeño en Ciudad de México, donde debilito la influencia de células criminales cómo el Cartel de Jalisco Nueva Generación.

Estas iniciativas de seguridad fueron aplaudidas en todo el país, tanto por miembros de Morena, cómo de partidos cómo el PAN y el PRI. Esto causo que en junio del 2020 fuera víctima de un atentado, en el cual termino con heridas de bala en el hombro, la clavícula y la rodilla.

La máscara de Harfuch y el murciélago

Con esto regresamos al 2023, con un García Harfuch listo para gobernar la CDMX, con la promesa de convertirse en el superhéroe de la capital y terminar con las células criminales que en esta habitan. En lo que parece ser un “ajuste de cuentas”, el exfuncionario pretende ser el justiciero que acabe con la delincuencia.

La imagen de Batman comenzó a hacer presencia en los mítines del político desde septiembre. Eso por iniciativa del diputado del Partido Verde, Jesús Sesma, quien fue el primero en hacer paralelos entre el personaje ficticio y el exfuncionario. Cabe aclarar que esta comparación se dio en el 2022.

Un año después, el equipo de campaña del exfuncionario ya incluyó la imagen del personaje en sus pancartas. Su publicidad, apoyada por sus seguidores, ha resultado en extremo interesante, paseando estatuas del Caballero de la Noche, e incluso proyectando la popularBatiseñal” en monumentos y edificios de la ciudad.

En los cuatro o cinco minutos que acostumbra hablar, Harfuch suele presumir el hecho de que amplió las capacidades de la policía en la capital, afirmando que con eso disminuyó la mitad de los delitos de alto impacto. Ha declarado que desea ver un México donde “los más radicales de izquierda abracen al ejército”.

Pero, ¿Cuál es la obsesión con Batman? Bueno, fuera de los paralelos ya mencionados previamente, el exfuncionario ha convertido la imagen de Batman en un estandarte militarista. No se diferencia mucho al uso de otros personajes –como The Punisher– por figuras políticas estadounidenses para representar lo mismo.

La imagen de un héroe, o un antihéroe, que busca terminar con el crimen y traer el estado de derecho, no es nada nuevo en la política. Personajes cómo el político republicano estadounidense Dan Creeshaw, han utilizado el mismo estandarte del murciélago en el pasado.

La propia franquicia de Batman ha jugado con esta idea, usando a un personaje como Harvey DentDos Caras– para representar la idea de un justiciero político que desea ser un héroe. Aunque el destino de este personaje resulta un tanto retorcido en comparación al de su contraparte heroica.

Nadie sabe si Garfuch desempeñaría el rol de Bruce Wayne, o el de Harvey Dent, como mandatario de la Ciudad de México, pero sólo queda esperar. El porqué del arduo apoyo al político, y los paralelos que sus seguidores hacen con el personaje, tal vez queda mejor resumido con una frase del diputado Jesús Sesma;

“Si también tomáramos el ejemplo de Batman, ese superhéroe que regresó la tranquilidad a los habitantes de Ciudad Gótica, es obvio que después esas mismas personas pedían a gritos que Batman se convirtiera en el alcalde de esa ciudad”.

 

Escrito por: Diego R. Ortigoza