Puebla es uno de los estados con más vestigios arqueológicos en el país por su ubicación, donde múltiples culturas prehispánicas se establecieron, que cuando llegaron los españoles colonizaron; los habitantes nos avisan y se pueden organizar para tener museos de sitio.
Así lo señaló el titular del INAH de Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, quien ejemplificó que la entidad tiene la pirámide más grande en Cholula y la zona con más juegos de pelota, que son más de 24, en Cantona, entre los municipios de Tepeyahualco y Coyoaco.
Además, del mismo valle conocido como Cuetlaxcoapan, donde se encuentra la ciudad de Puebla, porque en su zócalo hay evidencia arqueológica que era un sitio mesoamericano muy importante conectado a Cholula, Tepeaca, Cuautinchán, Izúcar de Matamoros, es decir diferentes nodos de población en el México prehispánico.
En entrevista con Ángulo 7, dijo que hay 3 mil sitios arqueológicos descubiertos en el estado, donde hay desde objetos de cerámica y obsidiana, hasta pirámides o alguna ciudad completa, de los cuales siete están abiertos, pero el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no hace trabajo de rescate, sino garantiza su mantenimiento.
Puebla, un tesoro arqueológico e histórico
“Puebla es un tesoro, porque donde se pone el pico y la pala, sino se encuentra un vestigio arqueológico, sale uno paleontológico, por la riqueza de su suelo con humedales que hizo el establecimiento de diversas culturas prehispánicas y su importancia en el ámbito cultural, político, comercial e incluso militar (…) pero sin resguardo o mantenimiento, los sitios se afectan más y por ello solo se tiene el registro”.
Ante la pregunta sobre si pobladores de los diferentes municipios de la entidad podrían participar en el resguardo y vigilancia de zonas históricas, desde donde hay material cerámico hasta pequeños sitios prehispánicos, indicó que sí se puede hacer, pero para ello se requiere ser un organismo coadyuvante, es decir, estar certificado por el INAH. Hasta el momento hay unas 12 asociaciones civiles de este tipo en el estado.
“Los ciudadanos pueden ser manos, ojos, pies y voz del INAH y nos ayuden a cubrir el territorio de mejor manera (…) a través de convenios y ellos exhiban a través de museos comunitarios piezas registradas y protegidas”.
Fundamental, la participación ciudadana
Agregó que para el INAH es importante la participación ciudadana y no la centralización del resguardo del patrimonio arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico del país. “Se puede hacer en un espacio escolar o de un edificio público. “El fin es que esa historia esté en la misma comunidad, más que querer que las piezas estén en museos de la capital poblana porque es la manera de devolver a los pueblos su identidad y su propio patrimonio”.
Villarruel Vázquez reconoció: “la comunidad nos ayuda mucho con reportes sobre hallazgo de vestigios, sobre todo, si hay una obra sin el resguardo de los mismos, lo denuncia, son nuestros ojos (…) la ciudadanía lo hace sin obtener algún beneficio, pero con el corazón puesto para ayudar porque saben que se trata de la historia como mexicanos”.
Respecto a los organismos coadyuvantes, dijo que los mismos se renuevan cada año, así como los convenios para “que el patrimonio cultural e histórico esté en el corazón de las comunidades”.
Para mayor información sobre cómo ser un organismo coadyuvante en poblaciones, ya sea urbanas o rurales, con vestigios arqueológicos o históricos y donde la gente quiere organizarse y participar, comunicarse al INAH al teléfono 5541660780 o escribir al correo [email protected] para que sean asesorados y se puedan llegar a acuerdos sobre lo que se puede hacer de beneficio para la misma población.
