Nuestro país ha vivido la desolación y muerte en tres episodios sucesivos.
Los sucesos trágicos han impactado como una guerra convencional, veamos.
Pandemia.– “Los Futuros de la Salud en México 2050” un libro de Enrique Ruelas y Antonio Alonso, publicado en 2010 por el Consejo de Salubridad General, en cuya página 383 se puede leer: “… hacia el año 2020 se introduce en México un nuevo virus de alta letalidad para el que no existe cura conocida. A pesar de las restricciones en su transmisión (muy corta vida en condiciones ambientales normales), se estima que a causa de él fallece cerca de medio millón de personas”.
El resultado de no prevenir las consecuencias de la pandemia según el informe técnico semanal de la Secretaría de Salud, al corte del 28 de febrero de 2023, el país acumuló 7 millones 451 mil 429 casos positivos y 332 mil 988 defunciones a causa del virus. Para tener una idea del impacto, en 2021 sucedieron más de 1,1 millones de muertes, siendo las principales causas el Covid-19, enfermedades del corazón y diabetes mellitus, según informó el Inegi.
Homicidios.- En el gobierno de Calderón hubo 121,613 homicidios y con Peña 157,158; al no frenar la tendencia al alza al 23 de septiembre de 2023, se registraron 166 mil 708 asesinados. Resalto un caso, las víctimas mujeres por homicidio doloso y feminicidio han sido: en 2019: 890, en 2020: 987, en 2021: 964, en 2022: 866 y en 2023: 901 mujeres fallecidas por estos delitos y aún no termina el sexenio.
Otis.- “… existe evidencia de que la intensidad de los huracanes ha sido influenciada directamente por el incremento de la temperatura de los océanos (Webster et al., 2005). El Mapa 5.14 muestra los huracanes que han entrado a las costas nacionales
entre 1970 y 2015”. Esto muestra el Informe de la Situación del Medio Ambiente en México 2015 editado por la Semarnat, el mapa incluye a Guerrero.
El 23 de octubre a las 3:48 pm el Centro Nacional de Huracanes (NHC) emite una “alerta temprana de huracán”: “Es posible que la tarde del martes haya condiciones de huracán en la costa sur de México”. El 24 de octubre a las 3:15 am en su Aviso 12, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) alertó por primera vez que Otis se convertiría en huracán, que a la media noche estaría 80 km al sursureste de Acapulco y había que extremar precauciones a la población en general.
Y así sucesivamente se fue informando hasta las 5:56 pm @NHC_Pacific alerta: “Otis rápidamente se intensifica a huracán categoría 4 extremadamente peligroso, se espera que esté muy cerca de la categoría 5 al tocar tierra”. 6:15 pm Aviso 18 del SMN: Otis ya es categoría 4 y se espera que a la medianoche sea 5.
El primer aviso del presidente sucedió 28 horas después de que se dio la primera “alerta temprana de huracán” en USA y 18 horas después de que el SMN pronosticó que se convertiría en huracán, en ese momento ya era categoría 4, en Acapulco era de noche y se sentían vientos de 200 km por hora.
El 25 de octubre el Secretario General de Gobierno de Guerrero inauguró una convención minera en Acapulco a las 8:30 pm y según notas de prensa la gobernadora no se encontraba en el estado; a las 00:25 horas Otis ya se sentía en el puerto, la pérdida de vidas y daños materiales aún no terminan de cuantificarse.
Estas tres tristes tragedias son la muestra de que los mexicanos no le otorgamos importancia a la prevención de riesgos.
Reza el dicho popular: “Es la cruz que me tocó cargar”.
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