“Es imperioso que la prestación de los servicios públicos elementales atienda a las necesidades primarias de la persona, hombres y mujeres, que conforman el municipio, asegurando los niveles mínimos para una vida digna y suficiente. La seguridad, la educación, la salud y el desarrollo humano han de ser los objetivos centrales del gobierno.”

Algo grave está pasando en las carreteras del país, es imperante que las autoridades garanticen la tranquilidad de la población en las carreteras, sobre todo aquellos que por trabajo las transitan de manera frecuente y quienes se dedican al traslado de mercancías. De acuerdo al reporte del gobierno federal la incidencia delictiva con violencia es del 90%.

Nuestro país, luego de perder la conectividad terrestre a través de los ferrocarriles, tiene en la red de carreteras la manera de mayor importancia de transportar personas y mercancías, es ahí, donde recientemente la delincuencia ha puesto sus objetivos criminales, convirtiendo un paseo familiar o un día de trabajo en una tragedia que puede costar la vida.

Esto sin duda ha alertado a casi todos los sectores de la sociedad pues el traslado es medular para la actividad comercial, abasto, producción, manufactura, turismo y un largo etcétera, que al ser afectado indiscutiblemente tiene repercusiones lamentables.

Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), de enero a junio del presente año, se cometieron 4 mil 761 robos a transportista, de los cuales 9 de cada 10 fueron con violencia. Lo anterior, representa un aumento del 11.6% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Lo cual nos da una idea de la gran cantidad de incidencias que hay y de la peligrosidad de las mismas.

Lo anterior, se ve reflejado igualmente en un sin número de publicaciones a través de las redes socio-digitales que han dado cuenta de cómo la delincuencia opera ante la presencia policial insuficiente.

Por esa razón, en el Congreso de Estado el tema se ha abordado ya con preocupación y urgencia, como diputado, presenté un exhorto en la Sesión de la Comisión Permanente de la semana pasada para que la Guardia Nacional atienda esta grave situación, mejorando la presencia de los elemento y coordinando acciones con los ayuntamientos de los municipios aledaños, toda vez que el Sistema  Nacional de Seguridad Publica, reporta que de enero a junio de este años, se cometieron un total de 339 robos en la Autopista México – Puebla,  en el tramo de San Martin Texmelucan, Santa María Moyotzingo y los límites de Santa Rita Tlahuapan con Rio Frio, de los cuales 335 se cometieron con violencia, situación que debe corregirse a fin de recuperar la seguridad y tranquilidad para las y los poblanos y de todo usuario de estas vialidades.

Porque es una situación que trastoca el fomento del comercio, el turismo y la movilidad sostenible, y sin duda la seguridad en las autopistas tiene un impacto directo en el bienestar y el desarrollo de la comunidad y más importante en la vida humana.

Dejemos de enviar mensajes consecuentes a los delincuentes, “los abrazos” que propone el gobierno federal como estrategia no funciona solo ha propiciado el aumento de inseguridad y violencia. Reconozco y sostengo que la seguridad es trabajo de todos, pero es imperante que quienes tienen la fuerza y el poder el del Estado deben actuar ya, en favor de las y los ciudadanos.

Facebook: Rafael Micalco Méndez

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*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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Miembro activo del PAN desde 1988, miembro del CEN, consejero Nacional y Estatal; expresidente Estatal del PAN Puebla 2006-2009 y 2012-2015; licenciado en Administración de Empresas; diputado local 2005...