Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

El alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, el panista que mejor ha posicionado su aspiración a la gubernatura, pidió una vez más –como lo ha hecho desde inicios de año– que su partido defina reglas para la candidatura de coalición con el PRI y el PRD, pero parece que la dirigencia estatal del albiazul no quiere presionar demasiado al tricolor y, ahora, le copia a Morena planteando una encuesta para definir al abanderado de la oposición rumbo a 2024.

Este martes por la mañana, el edil albiazul remarcó que los partidos de “Va por México” deben “acelerar el paso” en un contexto donde Morena y sus aliados ya definieron las reglas de su contienda interna y pusieron en marcha una poderosa maquinaria para elegir a su candidato a la Presidencia y, eventualmente, a los de las nueves gubernaturas, incluida la de Puebla.

“Esa es una responsabilidad que le corresponde a ellos (los partidos). Yo como un ciudadano más lo que opino y considero pertinente es que deben acelerar el paso, definir las reglas, los tiempos y que todos los poblanos estemos muy atentos en el 2024”, reiteró Rivera Pérez.

Sin embargo, más de uno habrá levantado la ceja cuando, un par de horas después, la dirigencia estatal del PAN, encabezada por Augusta Díaz de Rivera, salió a revelar, sin dar mayores detalles, que el método elegido para definir a los candidatos de la alianza opositora será…¡una encuesta!

Es decir, tan sólo 48 horas después de que Morena definió lo mismo, y mientras varios panistas e ideólogos de la oposición todavía impulsan la idea de una “elección primaria”, en el albiazul poblano prefirieron no romperse la cabeza y optaron por un método que la mayoría de sus militantes ha criticado abiertamente por supuestamente prestarse a la “simulación” y a la “manipulación”.

Todavía más: la encuesta incluirá a aspirantes “ciudadanos” –entiéndase, con suficiente capital político y financiero– y de los partidos aliados.

En otras palabras, el mensaje de Rivera Pérez no se interpretó como él quería, pues más que una definición, el PAN entró en un terreno inexplorado y donde sus aspirantes podrían quedar empantanados.

Panistas chocarían con priistas y entre ellos

Aunque afirmen que ellos lo hacen mejor que Morena, la realidad es que los panistas no tienen la experiencia de los morenistas para que las encuestas sean, no ya un método democrático –quizá eso es mucho pedir–, sino efectivo para lograr consensos en torno al ganador e impulsarlo como candidato.

Pese a todas las críticas y cuestionamientos válidos hacia las encuestas de Morena y sus aliados, de ellas han surgido 21 candidaturas ganadoras de gobiernos estatales en los últimos cinco años, que los tribunales electorales no han revocado pese a las impugnaciones de la oposición, lo que ha dado a estos partidos el dominio del mapa político de México rumbo a las elecciones de 2024.

En cambio, los aspirantes del PAN tendrán que medirse, por primera vez, con militantes del PRI, a quienes históricamente han tachado de “corruptos”, y del PRD, a quienes, en el fondo, desprecian por su origen izquierdista y el naufragio político de los últimos años.

Así, por ejemplo, veremos a Eduardo Rivera confrontarse con figuras como el priista Néstor Camarillo Medina, cuya trayectoria política es desconocida para el grueso de los poblanos, y el perredista Carlos Martínez Amador, señalado por impulsar o poner en duda la privatización del agua según los tiempos políticos.

Nada contentos van a estar los panistas y simpatizantes que han promovido, a lo largo de casis dos años, al alcalde poblano, con resultados ya muy visibles, como encabezar las preferencias de voto entre los opositores y estar entre los presidentes municipales mejor evaluados del país, según mostró este mismo martes una encuesta de Mitofsky, empresa de medición reconocida por todas las fuerzas políticas.

También se abre el escenario para una lucha interna, pues Rivera Pérez se confrontaría con otros militantes panistas que aspiran a la gubernatura. Entre ellos, la senadora Nadia Navarro Acevedo, quien reapareció en el mapa político poblano al anunciar su intención de ser candidata y ofrecer a la alianza opositora los votos del PSI, partido fundado por su padre, así como la diputada Genoveva Huerta Villegas, exdirigente estatal del PAN quien ya tiene una pugna legal con dirigencia de su sucesora, Díaz de Rivera.

Queda de pronóstico reservado la encuesta que pretende realizar el PAN y permanece la duda sobre si no le sería más conveniente que, en las últimas dos elecciones a la gubernatura, ha sido el partido con mayor cantidad de votos después de Morena, para así poner a raya las ambiciones de priistas y perredistas.

LPR

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