Este día podrá leer una excelente entrevista de nuestro reportero Edgar Guzmán, quien entró a las entrañas del Servicio Médico Forense y obtuvo información valiosa que abonará a distintas causas sociales y que en los próximos días incidirá en la agenda pública.
¿De qué puede servir esa información? Pues seguramente muchas personas que tienen un familiar desaparecido no saben que los cuerpos no han sido enviados a la fosa común y que hay registros de su media filiación y otros datos de identificación.
Los diputados, los que, si hacen su chamba, pueden legislar para una mayor difusión del material, que se puede compartir con otros estados, que haya una labor para saber quiénes son esas personas y quienes las buscan.
La Comisión de Búsqueda de Personas tendrá un nuevo o nueva titular, a través de algún software, se podría comparar su base de datos de personas desaparecidas con la del Semefo en busca de coincidencias.
Incluso un esquema en el que los colectivos de búsqueda de desaparecidos puedan tener acceso a esa información y trata de encontrar a uno de los suyos.
El reto es grande, pero la coordinación entre las autoridades, medios de comunicación y la sociedad puede rendir frutos.
