Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

Que Amanda Gómez Nava se mantenga al frente de la Auditoría Superior del Estado ya no le suma a nadie, la administración actual recibe críticas por su permanencia, el gobierno de Miguel Barbosa, también, porque estuvo en áreas clave donde detectaron las irregularidades que terminaron con la pérdida de recursos del estado y créditos fiscales, lo que implicaría que no hizo su trabajo.

Los presidentes del Tribunal Superior de Justicia y del Poder Judicial entendieron que su presencia no abonaba en el proceso del nuevo gobierno y dieron un paso a un costado, lo mismo ocurrió en el caso de la ex secretaría de Finanzas, María Teresa Castro Corro.

La bancada del PAN y de otros grupos legislativos han utilizado la figura de Gómez Nava como una bandera en contra del gobierno de Morena.

Cada día que pase será insostenible su titularidad en la ASE, ahora Amanda Gómez, está en una encrucijada en la que tendrá que elegir cual de los caminos la llevará a una salida en la que pueda salir ilesa.

Estirar la liga para mantenerse en el cargo la podría llevar a terreno peligroso de enfrentar procesos administrativos y penales, presentar una renunciar intempestiva podría dejarla vulnerable sin la protección de un grupo político, incluso sino cometió irregularidades, en tiempos electorales los riesgos se multiplican.

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