Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012 a 2018) el salario mínimo en México aumentó en 45 por ciento, pasando de 60.66 pesos a 88.36. Lo cual contrasta significativamente con la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, dónde creció en 134.76 por ciento.
Actualmente el salario mínimo constitucional está en 207.44 pesos, mientras que en la zona de la frontera norte es anda en 312.41 pesos. Sin embargo, no significa que se haya logrado erradicar la pobreza, sino que corresponde a un avance en el fortalecimiento de la economía mexicana.
El artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos fracción VI, versa:
“Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Los salarios mínimos profesionales se fijarán considerando, además, las condiciones de las distintas actividades económicas”.
En ese sentido, los expertos del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana (Ibero) señalan que los esfuerzos de la administración actual han permitido que una familia pueda mejorar la calidad de vida de las familias, no obstante, aún no es suficiente.
De acuerdo a su estimación, un salario minimo que cumpla con lo establecido en la constitución debería ser de 813.33 pesos diarios, para los cuál –agregan- no se debe quitar el dedo del renglón y seguir trabajando para alcanzar la meta.
Actualmente, el salario mínimo permite que una familia pueda adquirir 1.9 canastas individuales, cuando el promedio de número de integrantes de una familia es de más de 3. De ahí la necesidad de que más famliares se integren a la actividad económica.
El salario que estableció el gobierno federal representa apenas el 25 por ciento de lo que plantea el Observatorio, por lo que el reto para el siguiente sexenio sería garantizar las condiciones para no mermar los avances y seguir fortaleciendo la economía de las familias mexicanas
