Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

El martes se difundió una fotografía del dirigente nacional del PAN. Marko Cortés, con el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, la lectura fue inmediata: ya aceptó competir por la gubernatura para el 2024.

 En el evento matutino del alcalde era el tema obligado; sin embargo, decidió guardar silencio y mantener el bajo perfil sobre su futuro político.

Morena tiene una clara ventaja, los aspirantes ya empezaron a correr desde hace tiempo, quien gane la candidatura tienen prácticamente asegurada la gubernatura.

Para arrebatarles el triunfo se requiere ser audaz, un efecto Xóchitl, pero serio, dejar los viejos protocolos, el bajo perfil, las buenas costumbres y cambiarlas por un dialogo directo, no temer al debate ni a la confrontación.

Llamar la atención, de lo contrario, los resultados serán lo que en la percepción de la genta ya se tiene, Alejandro Armenta o Ignacio Mier, será el próximo gobernador.

Creer en la fábula de la tortuga y la liebre no parece que pueda ser una opción en las condiciones actuales de la política poblana.

La indecisión de Eduardo Rivera le puede cobrar la factura, en seis años aún será el favorito del PAN para ser candidato, si bien los personajes en la política se mueven poco, hay muchos jóvenes que podrían desplazarlo.

Es tiempo de definiciones, la audacia y la estrategia podría ser algo que valore el electorado y que pueda hacerlos cambiar de opinión.

incendios forestales