Editorial Ángulo 7
En este espacio vertirmos la opinión de nuestro medio, siempre con una visión contructiva Credito: Elaboración propia

Estas fechas traen un cumulo de recuerdos para muchos mexicanos: el hecho de saber que algún ser querido visitará el lugar dónde fue bien amado. Pero no sólo eso, también despierta el sentir colectivo, de identidad, de saber que a dónde quiera que uno vaya, siempre habrá una mano que le brindara apoyo.

Si hay algo caracteriza a nuestro país, es que dentro de miles actividades culturales, la mayoría, contempla la organización de un grupo de personas, el hacer comunidad. Lo vemos desde la pleanación de fiestas patronales; desde trabajar de manera conjunta para preservar limpio algún espacio; en el caso del día de muertos, para colocar un altar para nuestros difuntos.

Durante muchos años, por lo menos en los últimos 30, la cultura se comprendió como la generación de arte, de formas abstractas en la que se podía representar la realidad. Pero no sólo eso, sino que se convirtió en un negocio, focalizándola a un grupo en especifico, por lo que el pueblo dejó de tener acceso a nutrir el intelecto y fortalecer sus lazos de identidad.

Con la Cuarta Transformación, eso ha cambiado de alguna manera. En el caso de Puebla es muy claro, porque espacios como la Casa de la Cultura que se mantenían cerrados y en el olvido, hoy cuentan con bastantes funciones de cine, talleres para aprender algunas disciplina artistica-musical; se han reabierto bibliotecas como la del museo San Pedro; o el acceso a los museos.

Para el caso de día de muertos, tenemos que para este miércoles se realizará un recital de cuentacuentos llamado “Los niños también queremos cuentos para pensar, Temporada de Muertos”, el cuál se impartirá en la Sala Pedro Angel Palou, en Casa de Cultura a partir de las 17:00 horas. El día domingo 5 de noviembre, en la Casa de Cultura se realizará una Mañana Musical con la Orquesta Típica del Estado de Puebla a las 11:00 horas.

La elaboración altares monumentales del municipio de Huaquechula es una también de las muestras de el sentir comunitario. Además, los semilleros creativos, programas que han permitido que en comunidades olvidadas por los gobiernos neoliberales, hoy pueden tener acceso a talleres de teatro, de creación de obras artísticas, así como elaboración de cortometrajes.

Lo necesario para recuperar la paz implica un trabajo a largo plazo, pero sin duda, esta llegará si las secretarías de Cultura de los tres niveles de gobierno siguen poniendo al servicio del pueblo todo el legado histórico de nuestro país.

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