Editorial Ángulo 7
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A casi un año de que el Congreso local aprobó que Agua de Puebla subiera las tarifas por el servicio de suministro hasta 7.6 por ciento, la empresa no ha cumplido con asegurar el abasto regular, principalmente en colonias de la periferia de la capital, y tampoco en lo que se refiere a mejorar la infraestructura hidráulica ni en el saneamiento de los ríos.

El 15 de julio de 2022, la LXI Legislatura de Puebla avaló, por mayoría de votos, entre ellos incluso los de morenistas y petistas que habían prometido desprivatizar el servicios desde 2018, que Concesiones Integrales –razón social de la empresa– aumentara hasta 4 por ciento sus tarifas por el servicio doméstico, y 7.6 por ciento por el comercial.

Sin embargo, la actualización de precios no sería única, sino trimestral. Así, por ejemplo, para el periodo de abril a junio de 2023, los poblanos tienen que pagar 154.16 pesos como tarifa fija de agua si están considerados en los estratos 1, 2 y 3 de uso doméstico, mientras que, para los que cuentan con medidor, los costos van de 6.89 a 10.32 pesos por metro cúbico.

En el caso de los comercios, el costo para el estrato 1 será 153.22 pesos; para el 2, de 410.77; mientras que para el 3, que incluye el uso pecuario y público, 3 mil 662.88.

Tan sólo en el primer semestre tras la aprobación del alza de tarifas, estas aumentaron 3.4 por ciento. En este sentido, Agua de Puebla ha mantenido su tendencia a incrementar los precios que cobra los usuarios desde que comenzó a manejar el servicio, en 2014.

De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información del Agua (SINA), si se comparan las tarifas de 2013, cuando el Soapap aún manejaba el servicio de agua potable y saneamiento, con las de 2020, estas han incrementado 79 por ciento.

Cabe preguntarse en qué se ha invertido el dinero obtenido por este constante aumento de tarifas y cuál ha sido el impacto en el servicio para los poblanos.

Prometió invertir 2 mil 113 mdp hasta 2024

En noviembre del año pasado, el aún gobernador, Miguel Barbosa Huerta, dio a conocer que, entre los acuerdos para aprobar el alza de tarifas, la empresa se había comprometido a solicitar créditos para invertir al menos 2 mil 113 millones de pesos de 2022 a 2024.

De ese total, 210 millones se tuvieron que haber invertido en 2022; 832 millones se comprometieron para este 2023, y mil 70 millones, en 2024.

El dinero –abundó Barbosa– se repartiría de manera que 911.6 millones de pesos se destinen a obras de agua potable; mil 85 millones, a drenaje y saneamiento; 34.8 millones, a la elaboración de estudios y proyectos, mientras que 80.8 millones sería para aspectos comerciales y de atención ciudadana.

Sin embargo, la realidad baja las expectativas respecto a estos momentos. En cuanto al suministro, por ejemplo, la empresa mantiene a colonias de sur y oriente de la capital con suministro de agua sólo una vez a la semana y cortes a discreción, de los que nunca avisa, sobre todo cerca de días festivos. También persisten las quejas por cobros excesivos y cortes ilegales.

El saneamiento, por su parte, es quizá la falta más ominosa de Agua de Puebla, pues salta a la vista de todos en las aguas contaminadas de los ríos. De hecho, la misma empresa ha reconocido que sus plantas tratadoras operan al 60 por ciento, mientras que en el río Alseseca, sólo al 20 por ciento.

¿Y la inversión en infraestructura hidráulica? Se ve principalmente en el centro de capital, donde el director de concesionaria, Héctor Díaz Durán, anunció con bombo y platillo, una inversión de 120 millones de pesos para sustituir el drenaje este 2023, es decir, el 11 por ciento del monto comprometido para este rubro y el de saneamiento.

En contraste, los reportes de fugas de agua por tuberías dañadas y obsoletas persisten en colonias populares y unidades habitacionales.

Así pues, las omisiones en el servicio de agua potable y saneamiento de Puebla son inocultables y han vuelto a poner sobre la mesa de debate una revisión del contrato de concesión. Incluso, los dos aspirantes punteros de Morena a la gubernatura, el senador Alejandro Armenta Mier y el diputado Ignacio Mier Velazco, ya subieron el tema a su agenda rumbo a 2024.

Este miércoles, ciudadanos y activistas exigieron al Congreso local que llame a los directivos de la empresa para que expliquen cómo se ha invertido el dinero de alza de tarifas y que revise la concesión del agua, la cual, recordaron, fue aprobada con irregularidades en el sexenio del difunto Rafael Moreno Valle.

Falta ver si prospera un nuevo intento de desprivatizar el servicio de agua en Puebla y su zona metropolitana. En el pasado, Morena lo prometió en campaña y se echó hacia atrás tras ver las dificultades que implicaba cuando llegó al gobierno. Por ahora, lo que sí debe hacer el gobierno es exigir que la empresa cumpla.

LPR

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