El nuevo Marco para la Convivencia Escolar en escuelas de Educación Básica de la Ciudad de México permitiría comparar esa normatividad, con la que privaría, tanto en el ámbito federal (Programa Nacional de Convivencia Escolar) como su aplicación en el local. El objetivo general de un programa que tendría todo en contra, pretendería: “Favorecer el establecimiento de ambientes de convivencia armónica y pacífica, que coadyuven a prevenir situaciones de acoso escolar en Escuelas Públicas de Educación Básica, propiciando condiciones para mejorar el aprovechamiento escolar.”, no obstante, y como indicaría la página Estadísticas Mundiales de Bulling 2022/2023. “México. Primer Lugar. 270.000 casos” (https://acortar.link/ZDkW5Y).
La ONG International Bullying Sin Fronteras para América, Europa, Asia, Oceanía y África estimaría que 7 de cada 10 alumnas habrían padecido ese flagelo. Extrapolando la cifra al total de alumnas y alumnos de educación básica que se consignarían en las Principales Cifras del Sistema Educativo Nacional 2022-2023, permitiría elucubrar, que más de 17 millones de alumnas y alumnos de un total 24,109,222 escolapios que cursarían educación básica sufrirían agresiones en las escuelas de preescolar, primaria y secundaria públicas y privadas y cuya interpretación quedaría a criterio de las lectoras y lectores de esta carta Gracia.
Si bien, el PNCE formaría parte de la Política Nacional para una Escuela Libre de Acoso como se señalaría en el documento que se citaría previamente, la instrumentación de la “estrategia formativa y preventiva para el fortalecimiento personal de los alumnos en los siguientes aspectos: 1. El desarrollo de habilidades sociales y emocionales; 2. La expresión y manejo de las emociones de manera respetuosa; 3. La resolución de conflictos mediante el diálogo y la búsqueda de acuerdos”, fracasaría, a la luz de las estadísticas consignadas por el Inegi en el Comunicado de prensa núm. 364/22, de fecha 13 de julio de 2022. De los datos relevantes, valdría la pena destacar que más de “17.7 millones de personas de la población usuaria de internet [de 12 años y más] vivió alguna situación de acoso cibernético”; datos que equivaldrían a uno de cada cinco hombres y un poco menos de una de cada tres mujeres de entre 12 y 19 años quienes lo habrían sufrido en 2021. Estimación que en números absoluto equivaldría y solo tratando la segunda variable a 4 906 678 niñas y adolescentes de 9.8 millones de mujeres.
Javier Miglino director Mundial de Bullying Sin Fronteras afirmaría (https://acortar.link/ZDkW5Y) que: “Las redes sociales son asesinos que matan en silencio y actúan en una verdadera tierra de nadie. No existe legislación nacional o internacional que ampare a las víctimas. Las 24 horas del día, los 365 días del año, están ahí como verdugos dispuestos a dañar y a matar, ya sea por inducción al suicidio o pergeñando y perpetrando un homicidio. Si pensamos que el 90 por ciento de las víctimas tienen entre cuatro y 18 años, estamos hablando de un verdadero Crimen de Lesa Humanidad que, en el futuro, seguramente, será analizado, juzgado y perseguido por la Corte Penal Internacional”.
Haría notar que la violencia que antaño sufrirían las y los menores se circunscribiría al ámbito del horario escolar, aunque “La irrupción de las redes sociales, en especial las ‘4 Tóxicas’: Twitter, Facebook, Instagram, WhatsApp” la extendería a las 24 horas de día, los 365 días del año y teniendo consecuencias funestas y que incluso, habrían originado un sin número de suicidios. “Estamos [señalaría] frente a una bestia que está matando a nuestros niños y adolescentes y esos adultos que hacen ciberbullying, desde simples amas de casa y oficinistas, hasta empresarios, diputados, políticos, escritores e incluso expresidentes; son cómplices del daño que el ciberbullying produce día a día.
Las estadísticas nacionales publicadas por el Inegi (https://acortar.link/X11SUD) coincidirían con las estimaciones de la organización citada previamente: la Grafica16 del comunicado: Población que vivió ciberacoso en 2021, según medios digitales utilizados, casaría con “las cuatro tóxicas”: una de cada dos mujeres afectadas sufriría acoso mediante Facebook y Twitter; una de cada tres mediante WhatsApp; una da cada 5 mediante Instagram (https://acortar.link/X11SUD) aunque la lista de los mecanismos de agresión consignados en esa gráfica incluiría otras variables.
El Estado de Puebla; entidad que tras casi 5 años de gestión gubernamental y en la que los jefes del despacho educativo previos a la actual administración (Melitón Lozano Pérez y José Luis Scorcia Ramírez), contarían con un “Manual para el Mejoramiento de la Convivencia Escolar a partir de la Reflexión sobre la Práctica Docente”, rubricado por Patricia Vázquez del Mercado en 2017 y que se podría consultar, ingresando al sitio de Internethttps://sep.puebla.gob.mx: Abriendo la ventana padres de familiahttps://acortar.link/9YSZmy permitiría acceso al formato de quejas https://acortar.link/X11SUD; medio que, en el inciso 5 solicitaría: motivo de queja; nombre de la alumna(o), institución a la que asiste; tipo de sostenimiento; copia de documentos que acreditarían la pertenencia a la institución; correo electrónico del quejoso con fines de seguimiento e identificación “con el que se ostenta el querellante”.
Y si bien el marco normativo existiría, valdría la pena que los ordenamientos federales y locales se actualizaran conforme a la nueva propuesta pedagógica nacional y tomaran en cuenta el ejemplo que dieran las autoridades federales de la Ciudad de México y que, las averiguaciones producto de la inconformidad de las madres y los padres de familia en contra de personal docente y/o directivo dejaran de ser el garrote sancionador, otrora esgrimido por Melitón en contra de docentes, para dar paso a medidas preventivas, consignadas en los manuales de convivencia escolar Gracia.
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