Desde la Secretaría de Cultura de Puebla, con la dirección de Enrique Glockner Corte, se podrá ayudar a la reconstrucción del tejido social del estado, al revalorizar las diversas prácticas culturales que se expresan en festividades, tradiciones y trabajos comunitarios: se trata del patrimonio no intangible.
En una entrevista que nos concedió el secretario explicó que la dependencia que dirige tiene mucho potencial para impulsar dichas prácticas culturales, en coordinación con los municipios, las cuales ayudan a cohesionar a la sociedad y, de esta forma, hacer más resistentes los lazos comunitarios.
Y es que una sociedad más cohesionada es más sensible y solidaria a los problemas que tiene una población.
Pero, además, esas prácticas culturales, como los huehues, el huey atlixcayotl, la danza de los voladores y la elaboración de los chiles en nogada en los pueblos del Izta-Popo, pueden contribuir, siempre y cuando haya una horizontalidad impulsada por el Estado, al desarrollo social y económico de los pueblos.
La economía creativa también tiene un impacto en el desarrollo social y económico de los municipios.
Los sinsabores de la transformación
En el camino hacia la transformación social, hay muchos obstáculos y sinsabores. No importa. Lo único que importa es lo que cada uno haga. Por eso, el presidente repite mucho las frases: tengo mi consciencia tranquila y no somos iguales.
Eso es lo importante: ser congruentes y no solo actuar por conveniencia ahora que los jefes están en la 4T, pero en el momento que ya no estén, no hay ningún compromiso con los principios y la ideología humanista y a favor de la libertad.
