Esta columna la iba a escribir el jueves pasado, pero ya casi era 15 y, con esta fecha, el Grito de Independencia.
Así que ahora la escribo: ¿Ebrard se va o se queda en Morena?
Vamos por partes.

Marcelo Ebrard está inconforme con los resultados de las encuestas de Morena y espejo (Buendía, Demotecnia, Mercaei y Heliga) que lo pusieron en segundo lugar de las preferencias del proceso interno, después de Claudia Sheinbaum Pardo, quien ya fue ungida como la coordinadora de Defensa de los Comités de la Cuarta Transformación y virtual candidata presidencial.

Para él debe ser un dilema, porque, por una parte, emprender un proyecto nuevo y, sobre todo, serio de oposición no será nada fácil, tendrá que solventar adversidades inherentes a ello, aunque hay que decir, no tan complicadas como las que en su momento sufrió el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, pues si Morena se mantiene fiel a sus principios, no habrá persecución, pero sí las relacionadas a la falta de recursos económicos y puestos públicos y de elección popular.

Cuántos de sus seguidores tienen la convicción de vivir en la otredad o anonimato –sin puestos públicos como han estado acostumbrados– y cuántos de sus seguidores están dispuestos a visitar a la gente, hacer reuniones y convencer de sus ideas. Se ve complicado.

¿Partido de oposición?

La única opción respetable que veo para tener su propio movimiento o partido es la de ser una oposición seria y, de esta forma, desbancar al PRI, al PRD y hasta el PAN, que por sus ambiciones y politiquerías no logran ser un contrapeso real al oficialismo.

No obstante, lo anterior parece lejano por la dificultad que representa, pero lo que sí quiere dejar claro Marcelo Ebrard es que tiene un grupo “grande” de seguidores a quiénes hay que tomar en cuenta.

El vocero de Claudia Sheinbaum, Gerardo Fernández Noroña, dijo que su movimiento y/o proyecto le ofrecía la coordinación de Morena en el Senado, una posición nada despreciable para ninguno de los aspirantes presidenciales.

Marcelo Ebrard debe tomar en cuenta este ofrecimiento, pues el Senado puede sumar mucho a la transformación, que es uno de los temas que sí le interesa y le preocupa, con algunas o varias diferencias con López Obrador, pero a final de cuentas, dicho proyecto social los unió al trabajar juntos de 2018 a 2023 y sigue uniendo.

Muchas veces vimos lo eficiente que fue Marcelo Ebrard para conseguir las vacunas contra el Covid 19 y lograr la vacunación en el país. Por eso y otras cosas, Claudia Sheinbaum –al ser una mujer muy comprometida con la transformación– valora el trabajo de Marcelo Ebrard y le ofreció la coordinación en el Senado.

Y es que ambos saben que para seguir impulsando la transformación en México no deben romper, sino solo plantear lo que cada uno pide o exige para saber y conocer lealtades y deslealtades, lo cual es muy importante en política.

Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...