El sábado 30 de septiembre el Consejo Estatal de Morena en Puebla se reunió para elegir a las primeras cuatro propuestas de las seis (¿u ocho?) que finalmente contenderán en las encuestas para saber quién será el próximo/a Coordinador/a de los Comités de Defensa de la 4T en la entidad. Lo que sucedió ese día solamente fue el primer round de esa contienda y no es nada definitivo. Finalmente, todavía faltan las encuestas de reconocimiento a las que se someterán las más de dos decenas de aspirantes al cargo, de lo/as cuales se sacaran al hombre y a la mujer que mejor posicionados resultan en estos ejercicios demoscópicos. Resulta factible que estos serán Alejandro Armenta y Claudia Rivera quienes se agregarán a los cuatro electos por el Consejo Estatal.
Serán tres hombres y tres mujeres los que se someterán a las encuestas finales (ha habido pronunciamientos para que sean cuatro y cuatro) y aun en ese momento solamente se podrá saber quién es la mujer y el hombre que mejores números tengan. Todavía faltará conocer si entre las nueve gubernaturas en disputa, Puebla estará entre las cuatro entidades en las cuales la candidatura a la gubernatura será ocupada por una mujer. Todo depende del género que se escoja en las otras entidades y muy especialmente en la Ciudad de México.
Así las cosas, los números arrojados en la elección que se observó en el Consejo Estatal resultan más interesantes si nos ponemos a pensar en cómo se ha movido la correlación de fuerzas en dicho órgano desde julio de 2022 y particularmente desde el 13 de diciembre, fecha, en que lamentablemente murió Luis Miguel Barbosa.
El 1 de agosto de 2022 nos levantamos en cada uno de los estados adivinando cómo había quedado la composición de los Consejos Estatales en Morena. En aquellas entidades en las cuales ya existía un gobernador o gobernadora de Morena, fueron estos los que se sirvieron con la cuchara grande en cuanto al número de consejeros. El diseño de las llamadas asambleas distritales favoreció que las maquinarias electorales, y entre ellas las que contaban con el apoyo del gobierno de la entidad, resultaran mayormente favorecidas con el número de consejerías. Puebla no fue la excepción y los cálculos que en ese momento se hicieron fue que, de los 150 consejeros, 121 eran afines a los deseos del gobernador Barbosa.
Por ello resulta interesante el juego que en esta votación en el Consejo jugaron los dos actores con mayor peso: el gobernador Sergio Céspedes Peregrina y Julio Huerta, el operador en jefe durante el tiempo en que vivía Luis Miguel Barbosa. El propio Julio Huerta obtuvo 63 votos y resultó ser el puntero de la contienda mientras que entre las mujeres fue su aliada Lizeth Sánchez, quien encabezó los resultados con 55 votos. La carta del gobernador, Olivia Salomón obtuvo menos votos, 48 en total.
El juego de Huerta solamente resultó parcialmente triunfador, en tanto que el objetivo de sacar a Ignacio Mier de la contienda falló, pues este se coló con 44 votos. Consideró a Nacho Mier el gran triunfador del sábado pasado, luego que no prosperó el plan de meter a Rodrigo Abdala para desplazarlo. Éste último solamente obtuvo 35 votos, la mayor parte de ellos presumiblemente prestados por Huerta. Si tomamos en cuenta que Mier cayó de la gracia del gobernador Barbosa, que apoyó a Adán Augusto López Hernández mientras Huerta estuvo con Sheinbaum, sus 44 votos revelan un buen trabajo de alianzas contra viento y marea.
Sí se logró desplazar a Claudia Rivera quien obtuvo 14 votos y a Alejandro Armenta quien solamente consiguió 6. De haber fructificado la estrategia de Huerta, la Comisión Nacional de Elecciones hubiese tenido que decidir a quién de los dos metía en la encuesta final. Acaso eso hizo que en determinando momento Mario Delgado dijera que en esa encuesta final no serían seis sino ocho los participantes. Muerto el gobernador Barbosa, solamente 11 de los 121 que fueron impulsado por él, se mantuvieron leales a su memoria y votaron por su esposa Rosario Orozco de Barbosa. Muerto el rey, viva el rey.
Lo que sucedió este último sábado, solamente es el primer desbroce del camino. Todavía falta un buen trecho. Faltan dos series de encuestas, falta saber cómo viene la equidad de género y falta saber si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no pone piedras en el camino. Al tiempo.
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