México se ha convertido, en los últimos años, en uno de los países más digitalizados del mundo. Según datos oficiales de la propia administración pública, son más de 96 millones de ciudadanos los que tienen acceso a internet de manera recurrente, lo que significa un 80% de la población y supone un nuevo registro récord del país. Cada vez son menos las personas que a las que se les presentan barreras para conectarse y dificultades como la falta de proveedores, y las malas conexiones ya forman más parte del pasado que del presente. El esfuerzo en la penetración de la red ya da sus frutos.
De todas las posibilidades que nos brinda el campo digital, la actividad por la que más se acude a navegar es para comunicarse con otros usuarios. Se calcula que nueve de cada diez personas usan aplicaciones de mensajería instantánea para estar al día de las noticias y novedades de sus seres queridos de manera directa. Ya en un segundo escalón, no muy lejos de la primera posición, encontramos aquellas prácticas de entretenimiento que sirven para pasar un buen rato. Entre estas, podemos destacar un amplio abanico de posibilidades, entre las que destacan las redes sociales y muchas otras.
Las redes sociales, un fenómeno sin precedentes
Según los expertos del sector tecnológico, el origen de la explosión de las redes sociales data de 2004 con la presencia mundial de Facebook y su impacto en la gran mayoría de países. En nuestro caso, como en muchos otros, la tendencia ha sido de crecimiento constante en cuanto al interés y, hoy en día, son más de 94 millones de personas activas las que usan al menos una plataforma para estar conectados con sus seres queridos o seguir los avances de aquellas personas que les despiertan interés.
Si no tenemos en cuenta las aplicaciones de mensajería instantánea, como podrían ser Messenger o WhatsApp, los portales que más perfiles tienen registrados son la empresa matriz de Meta, seguida de Instagram y TikTok. Y es que una de las grandes particularidades de este tipo de entretenimiento es que cada una de las opciones apuesta por un contenido diferente a las otras. Ejemplo de ello son las publicaciones textuales de los usuarios de X, el nuevo Twitter, a diferencia de la compartición de imágenes de Pinterest o de Snapchat. Cada una responde a una manera de hacer distinta.
La industria creciente del juego en México
Una de las opciones, que ha vivido un notorio aumento en interés en los últimos años, son las muchas opciones de entretenimiento que propone el casino mexico a sus usuarios y que destacan por su gran variedad. Encontramos opciones clásicas, como las tragamonedas, adaptadas a las nuevas modas; pero también propuestas que apuestan fuertemente por las formas de comunicación actuales, como las transmisiones en vivo: un usuario, mediante un dispositivo inteligente, puede celebrar una partida de ruleta o blackjack en vivo con un crupier real al otro lado de la pantalla.
Este fenómeno no se podría entender como es en la actualidad sin mencionar los esfuerzos del sector por adaptar una actividad considerada como tradicional y con varias décadas de recorrido a los nuevos tiempos y tendencias de consumo de la población. Dos elementos donde esto se puede observar son, por un lado, en la adaptación a todo tipo de plataformas de consumo, siendo de especial mención los celulares; y, por otro, en el aumento de la oferta disponible, llegando a ofrecer dentro de un mismo portal más de cien opciones y convirtiéndolo en una plataforma transversal.
Pero si hay una industria en la que el país ha dado un gran salto a nivel general, tanto como productor como consumidor, es la de los videojuegos. Liderando el mercado Latinoamericano, por delante de Argentina y Brasil, son muchas las compañías que han apostado por desarrollar sus productos en tierras mexicanas. Y estos datos estadísticos, más allá de suponer un aumento en la producción y de las consecuencias positivas que esto supone, se ven reforzados con el interés creciente de la población por disfrutar del juego y las consolas.
Según una encuesta nacional, más de la mitad de la población (56,6%) practicó alguna opción de gamer durante el 2022: en datos absolutos significa unos 65,9 millones de personas. Entre las muchas posibilidades que se contemplan, los juegos para celular sigue siendo la opción favorita de los usuarios, sobre todo los de temática de batalla real y de estrategia. Les siguen, ya muy alejados en lo que se refiere al interés global, los títulos para videoconsola y computadora. Estos dos últimos, pese a presentar experiencias únicas y muy impactantes, suponen también una importante inversión económica.
El streaming, el momento del consumo bajo demanda
No podíamos terminar el artículo sin mencionar las dos opciones más populares de streaming, la transmisión de contenidos: los contenidos audiovisuales y las plataformas de música. Ambos aparecieron con fuerza hace más de dos décadas y, aunque rápidamente los vídeos bajo demanda se hicieron un hueco en el mercado a base de suscriptores, a la apuesta por la música en línea le ha costado algo más, pero ha terminado siendo una parte muy importante dentro de la oferta de entretenimiento: más de la mitad de la población paga ya por escuchar a sus artistas favoritos.
Desde 2022, el pueblo mexicano consume ya más horas de contenido de vídeo en plataformas, tres horas, que a través de la televisión convencional, dos horas y media. Los amplios catálogos de producciones, los horarios a conveniencia o la posibilidad de descargarlos y consumirlos cuando uno desee son tres de las características que más se valoran de este servicio de pago. Entre las plataformas que sobresalen, cabe mencionar la gratuita YouTube, pero también otras que reclaman suscripción como la popular Netflix o Disney Plus.
Si hablamos de música en línea, el país es el quinto mercado mundial en este tipo de consumo. Con un solo clic, los usuarios disponen de millones de pistas o de pódcast al instante. A diferencia de otras industrias, donde la competencia está más reñida, aquí brilla una plataforma por encima del resto: Spotify. El gigante sueco domina el mercado con el 85,8%, un total de 13 millones de personas, pero no todos ellos abonan un precio mensual por los servicios. También hay quienes apuestan por los anuncios para evitar ese desembolso o contemplan otras alternativas.