En siete días se cometen siete asesinatos asociados a siete pecados capitales investigados por William Somerset un viejo detective de homicidios, en una ciudad enigma y un asesino culto e inteligente que los pone a prueba. La frialdad racional del viejo Somerset estará vinculada a la emocionalidad del joven detective David Mills.

Los siete asesinatos y los siete pecados capitales están asociados a los siete días de la semana de la siguiente manera: lunes-gula, martes-avaricia, miércoles-pereza, jueves-orgullo, sábado-lujuria, domingo-soberbia, envidia e ira. A medida que avanza la investigación y que ocurren los asesinatos, Somerset y Mills son absorbidos por el mundo del asesino John Doe para descubrir que los asesinatos no son más que medios para transmitir su verdadera motivación: la predicación religiosa. Descubrir la intencionalidad detrás de los asesinatos de John Doe es, en este juego de investigación, de primera importancia. Y aquí resalta la diferencia entre el proceder de los detectives. Mientras Mill se concentra en los hechos, Domerset, a partir de ellos, extiende el horizonte. Y es así que, en la película se puede reconocer, a través del razonamiento detectivesco de Domerset la relación entre la lógica y la semiótica.

Importante resulta distinguir las diferentes categorías de signos: iconos, índices y símbolos y sus relaciones con los distintos tipos de argumentos: deducción, inducción e hipótesis.

Desde el principio en la perspectiva de Somerset se plantea la hipótesis de que los homicidios hacen parte de una serie que tiene como propósito algo diferente a la muerte de las víctimas. La secuencia de asesinatos muestra lo que el asesino llama “gran obra”. De esta forma es, precisamente, que los protagonistas infieren lo que más tarde el asesino les confirma: esta serie de homicidios, esta “gran obra”, es en sí un símbolo.

Todo lo que aparece en la película son signos que deben interpretarse. Los signos son cosas que representan de alguna forma otra cosa, de manera tal que sirven para llevar al conocimiento de otra. El mensaje del primer homicidio, las astillas encontradas en el estómago del glotón -la primera víctima- y el retrato de la esposa de la segunda víctima conducen al cuadro puesto al revés de la escena del crimen, todo lo anterior conduce al descubrimiento de las huellas digitales plasmadas en la pared que sostenía la pintura mal colocada. Una pista, conduce a otra pista y así sucesivamente.

Es importante resaltar que cualquier signo está compuesto a su vez de tres signos: el objeto en sí (el retrato, por ejemplo), el interpretante (el detective) y la interpretación del detective. Los signos son importantes ya que obliga a la mente del investigador a producir ideas sobre otras cosas. Las interpretaciones pueden ser múltiples y esto queda ejemplificado en la visión de Somerset de que los crímenes tienen un sentido más allá de ellos mismos y la visión de Mills de que son obras de un “loco”.

Entre los signos hay que distinguir tres categorías: íconos, indicios y símbolos.

Los ícono o semejanzas representan objetos en cuanto que siendo una cosa percibida (los mensajes y cadáveres, por ejemplo), provoca una idea naturalmente unida a la idea resultante por el objeto al que se refiere (los pecados). La percepción empieza su mutación a concepción. Esta clase de signos se basan en una semejanza con el objeto al que representan. De alguna manera la función del icono parte del hecho de que comparte ciertas cualidades con el objeto que representa y, es en virtud de esto que logra llamar la atención de la mente hacia cualidades semejantes del objeto, como es el caso del tablero que tienen los detectives en la estación de policía donde está escrita la lista de los siete pecados capitales. Los pecados que ya han sido identificados en los homicidios ocurridos están tachados. Este es, sin duda, un icono que representa la hipótesis formulada por Somerset. En el tablero está representada ya la serie de los homicidios sucedidos y por suceder, y los motivos de éstos. Este icono representa la relación establecida entre los hechos que conciernen a la investigación. Los íconos son como fotografías ordenadas para producir una idea o concepto. Las ideas que tiene en mente Somerset refieren a clases enteras de cosas (cadáveres, mensajes, libros, autores, por ejemplo) y aunque estén compuestas a partir de particulares percibidos en la experiencia, contienen todo lo que hay en común entre todos ellos. Esto último se aprecia cuando John Doe, en la última escena, le dice a Mills: “¡Conviértete en la ira!”; se hace evidente que el propósito de que Mills lo mate es que se materialice el último de los pecados capitales, la ira. Al igual que los otros asesinatos, el propósito era crear el icono de un pecado, que una muerte en ciertas condiciones representara, por su semejanza, a uno de los pecados capitales.

En la segunda categoría están los indicios que son signos que representan un objeto por virtud de una conexión real con éste, y por esto dirigen la atención de la mente forzosamente hacia tal objeto. La conexión física entre el indicio y su objeto los convierte en “un par orgánico”, donde “la mente que lo interpreta no tiene nada que ver con esa conexión, excepto observarla después de que se ha establecido”. Los indicios se basan en la experiencia, y de esta forma la identificación de su espacio-temporalidad es lo que establece la existencia de la conexión real con el objeto. A diferencia del índice, en el icono el requisito no es la experiencia, sino la capacidad para la experiencia, para que la semejanza pueda presentarse a los sentidos. El indicio se usa en muchos casos como medio para conectar dos experiencias, y como tales tienen que estar enmarcadas en el tiempo y el espacio. La cosa representada debe estar físicamente conectado con el objeto que representa. Un ejemplo de esto son los moretones en la parte de atrás de la cabeza que tenía la víctima en el primer asesinato (gula). Estos moretones indicaban, por su forma circular, que habían presionado fuertemente una pistola contra su cabeza. Hay una conexión física entre los moretones y el hecho de que le hubieran presionado el cañón de la pistola; los moretones representan este hecho. De la misma forma las manos y pies atados indican, llevan forzosamente la atención al hecho de que la víctima no se hubiera muerto por causas naturales, sino que lo habían asesinado. Los pedazos de plástico encontrados en su estómago indicaban que hacía falta descubrir más pistas, y por eso es que Somerset vuelve a la escena del crimen para descubrir la nota dejada por el asesino. A través de todos los homicidios dos iconos se repiten, las fotografías (que son la manera de conservar intacta la evidencia) y los letreros (que indican que pecado está relacionado con cada asesinato). Los letreros indican directamente lo que significan, dicen explícitamente lo que representan: el propósito del asesinato, el icono que representa. Las fotografías tienen una conexión física directa con los objetos, representan los elementos del crimen. En el caso de la fotografía de la esposa de la segunda víctima, en la que tiene los ojos marcados con sangre, es un indicio en cuanto a que la fotografía físicamente representa el hecho de que la esposa debe ver algo en la escena del crimen. Por otra parte, también tiene parte icónica en cuanto a que los círculos hechos alrededor de los ojos de la esposa en la fotografía sólo se asemejan a la idea que tenemos en mente acerca de cómo resaltamos “lo que alguien ve”.

En la tercera categoría están los símbolos que son signos compuestos por iconos e indicios. El símbolo es el signo adecuado para mostrar que ciertos objetos, que son a su vez representados por indicios, están representados por un icono asociado a éstos. El símbolo está conectado al objeto a través de una idea en la mente, la cual a su vez es producto de un proceso de repetición del objeto y el símbolo.

En la antigüedad la palabra símbolo estaba relacionada con el concepto de hacer un contrato o un acuerdo, y según Aristóteles a los signos convencionales se les llama símbolos. De esta manera un símbolo es algo que, debido al uso o la idea que normalmente está relacionada a la clase de cosas que refiere, se puede asociar con una cosa particular. El significado de los símbolos pertenece y se desarrolla dentro del uso y las experiencias en el que se da, por ejemplo, en una cultura. En el caso de la película Seven abundan los símbolos de la cultura católica.

El símbolo más evidente en esta película es el número siete: la película se llama Seven, se trata de los siete pecados capitales, y transcurre en los siete días de la semana. El significado del número siete en la Biblia es muy claro, éste representa además de otras cosas a Dios. De tal forma que el uso antiguo de este número le da un carácter religioso, lo sostiene como un símbolo religioso. De esta forma este símbolo funciona como un icono que representa la importancia del tema religioso en el transcurso de la película. Siguiendo este hilo, se puede inferir que la derrota de Somerset para impedir la “gran obra” de John Doe, es la derrota de Dios. La redención es imposible.

(Continuará)

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