Familiares de presos esperan que con la nueva directora del Cereso de San Miguel, María del Rayo Mendoza Farfán, se ponga un alto a las irregularidades, pues el crimen organizado tiene el control e incluso el área verde infantil fue convertida en prostíbulo.
En un recorrido de Ángulo 7 por las afueras de penal, la señora Catalina, quien suele visitar a su hermano privado de la libertad, señaló que la prostitución incrementó con la pandemia e incluso el área verde para los niños fue transformada en prostíbulo, situación que lamentó porque desde hace varios años, ahí jugaba su hija, quien la acompañaba en las visitas.
“Se les va a acabar a los que tienen tres o cuatro personas, a veces nada más son amiguitas o nada más entran a conyugar, se les va a acabar (…) ¿y las áreas verdes dónde están? donde un niño y una niña podría jugar ahí, porque ahí iba a jugar mi niña”, enfatizó.
La señora espera que con el cambio de administración del penal se retiren las prácticas que llevaron a transformar muchos sitios del penal en moteles, mismos en los que por una noche llegaban a cobrar hasta mil 700 pesos.
Por otra parte, la señora María confía en que con la nueva dirección, el penal sea más seguro, pues hay internos que son “muy pasados” y al ser líderes “mueven a la gente y droga”, por lo que sugirió que dichos presos sean trasladados a un penal más estricto.
Además, pidió apoyo para los reclusos que padecen de sus facultades mentales, toda vez que señala que fueron abandonados por el gobierno y por su propia familia, “la comida, un rollo o un jabón les hace mucha falta”, añadió.
Actualmente, las visitas al Cereso de San Miguel son llevadas a cabo bajo los lineamientos que indican el trámite de una credencial que funge como pase, misma que debe de ser gestionada en el módulo de credencialización, donde se debe cumplir con los documento requeridos según sea el caso, así como requisitar los formatos de trámite con los datos de la visita.
Nuevas reglas, algo positivo
Sin embargo, el pasado viernes, fueron observadas personas inconformes porque no se les informó con antelación las nuevas reglas, porque ya fueron ordenados los días de visita conforme al área de cada preso, contrario a años anteriores, por lo que algunas visitas, incluso foráneas, no fueron aceptadas y tuvieron que regresar con los alimentos que llevaban a su familiar.
La señora María comentó que, debido a las noticias de amenazas de motín, los familiares de los reclusos acudieron con preocupación al centro penitenciario, situación que aumenta la demanda de ingreso y genera lo que llamó “un caos”.
Señaló que el tiempo de espera bajo el sol es prolongado debido a que muchas personas no estaban habituadas a tramitar su pase para ingresar como visita.
“Mucha gente no lo hace a veces (el trámite del pase), no creas que por dejadez, no lo hace porque les falta un papel, el tiempo, porque no tienen una letra correcta en sus actas y no se los hacen (el pase de visita), entonces es un problema”, aseguró.
Por su parte, la señora Catalina comentó que seguir las reglas de ingreso es positivo, “eso es bueno porque benefician a todos, tanto adentro como afuera, de alguna manera uno hace la corrupción porque uno por pereza no saca su papel, pero beneficia a todos”, comentó.
Sin embargo, dijo que solo tienen dos secretarias para el trámite de los pases, por lo que mucha gente tiene que esperar un tiempo prolongado bajo el rayo del sol, por lo que pidió que el gobierno asigne más personal para el trámite de pases de visita.
San Miguel, el penal ingobernable
La ingobernabilidad del Cereso de San Miguel escaló a tal grado que en abril de 2021, la Comisión de Derechos Humanos estatal (CDH) emitió la recomendación 06/202, donde señaló la violación del derecho humano a la vida y seguridad jurídica tras el hallazgo de un cadáver con signos de ahorcamiento y golpes.
Asimismo, el Cereso de San Miguel fue testigo de la creación de lo que el gobernador Miguel Barbosa Huerta llamó “pueblito”, pues con la llegada, en febrero de 2020, a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Raciel López Salazar y sus subordinados de origen chiapaneco, en el penal se construyeron cuartos divididos en dos o tres, donde llegaban a cobrar 2 mil 500 pesos la noche y 250 la hora.
A finales de diciembre de 2020, la CDH dio a conocer que en 2019 en el mismo Cereso se realizaron fiestas en el área masculina a las que acudían reclusas a cambio de dinero, bajo la anuencia de las autoridades del penal.
Lo anterior, de acuerdo con el expediente 7241/2019, y sus acumulados 7243/2019, 7245/2019 y 7247/2019 que fue abierto luego de que trabajos periodísticos señalaron el cobro de hasta 15 mil pesos por celda, 20 pesos por visita y un área conocida como “la perrera”, donde llevaban a quienes no cooperaban.
El caso más reciente que provocó la salida de Rogelio López Maya de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), pues en su lugar quedará Daniel Iván Cruz Luna, fue el del bebé hallado muerto en dicho penal.
El caso escaló a nivel nacional y provocó la indignación por la magnitud, ya que el cadáver fue trasladado, de un panteón de Ciudad de México, al Cereso de Puebla; aunque ya hay más de 19 detenidos, se desconoce la causa del hecho.
R: DJ
