Usuarios del Centro de Bienestar Social (Cebis) de Xonaca temen por su integridad ante amenazas de un supuesto abogado que, sin mostrar documentos, intentó desalojar a los vecinos bajo el argumento de que en un juicio penal el predio ya fue adjudicado a una empresa.
Así lo indicó Hugo Hernández, miembro del consejo consultivo del centro cultural en entrevista con Ángulo 7, quien explicó que supuestos litigantes se hicieron presentes en la llamada “Casa del Obispo”, ubicado en la 22 norte, número 2005, en el barrio de Xonaca.
El primer abogado acudió a las instalaciones del Cebis en octubre de 2021, acompañado de tres supuestos agentes ministeriales y, sin identificarse, alegaron que iban en representación del dueño del inmueble, solicitando el desalojo del espacio, a lo que los ocupantes se negaron.
Luego, el pasado 31 de marzo, otro presunto abogado, quien dijo llamarse Osvaldo Trujano, pidió desalojar las instalaciones en diez días, pues el predio estaba en medio de un litigio; no obstante, se presentó dos días antes de lo previsto y dijo que el plazo para desalojar había sido cambiado y debían hacerlo en ese momento por “órdenes de su jefe”.
El supuesto litigante fue acompañado de dos personas que se apersonaron como agentes ministeriales, pero sin identificarse, sin embargo, los vecinos comenzaron a cuestionar el desalojo y solicitaron el dictamen de un juez o algún documento que avalara la orden.
En respuesta, el abogado comentó a algunas personas que si no abandonaban la casona, la empresa que representaba tenía “mucho dinero” para contratar 20 o 30 personas para desalojar el inmueble; ante tales amenazas, los vecinos solicitaron el apoyo de unidades de la policía municipal.
Tras el arribo de los policías municipales, el supuesto abogado y “los ministeriales” decidieron irse. Si bien, comentaron que en aquella ocasión el incidente no pasó a mayores, temen que personas ajenas al Cebis quieran apoderarse del predio por la fuerza o durante las clases y talleres que imparten a menores y personas de la tercera edad.
Vecinos cuentan con autorización para usar el predio
Hugo Hernández explicó en 2016 y años atrás, el inmueble utilizado para el Cebis estaba abandonado, pues tras haber sido sede de la franquicia de restaurantes “El Portón”, quedó en completo olvido durante años, situación que atrajo delincuencia y vandalismo.
Ejemplificó que en varias ocasiones las personas que caminaban cerca de la “Casa del Obispo” fueron asaltadas, pues debido a la forma de la casa, los delincuentes podían utilizarlo como escondite, sin embargo, la situación llegó a su punto más alto cuando una joven sufrió un intento de violación en el inmueble.
Ante dichos actos, los vecinos decidieron acudir a distintas instancias gubernamentales, sin embargo, alegaban que no podían hacer nada, por lo que después de meses de búsqueda, tuvieron contacto con el representante del dueño del inmueble, a quien le explicaron que los colonos tenían la intención de formar un centro cultural.
De esta forma, los vecinos del Barrio de Xonaca obtuvieron la autorización del dueño para ocupar el espacio, con la condición de que sus actividades no tuvieran fines de lucro, por ello, desde 2017 en el Cebis imparten cursos y talleres como de tallado en madera, cocina saludable, cocina internacional, tejido, cuidado a la salud, karate, yoga, zumba y hasta tiene un foro teatral.
Sí hay un proceso legal abierto, pero no se dictó un desalojo
Luego de que los vecinos recibieron las amenazas, el representante legal del dueño del inmueble acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla y se enteró que existe una carpeta de investigación porque una empresa reclama el inmueble, sin embargo, indicaron que el desalojo no tenía sustento y que agentes ministeriales no tiene facultades para asistirlo.
Ante esa situación, la representación legal del dueño del inmueble ya realizó las acciones necesarias para continuar con el juicio, sin embargo, este sábado se presentaron en el inmueble dos guardias de seguridad privada alegando que sus superiores los habían mandado a cuidar el lugar.
No obstante, los vecinos solicitaron saber quién había contratado a los guardias, pero ellos no quisieron dar más información; incluso, este lunes, vecinos se percataron que hay una unidad de dicha empresa de seguridad estacionada cerca de la “Casa del Obispo”, por lo que temen por su integridad.
Hugo Hernández explicó que su principal preocupación es que sean desalojados de forma arbitraria cuando haya personas de la tercera edad o niños y si bien saben que en cualquier momento el dueño podría vender el inmueble y solicitarles que se retiren, no le parece correcto que una empresa quiera ocupar el lugar de esa forma y bajo amenazas.
Incluso, la tarde de este 11 de abril, se presentó el mismo abogado que en marzo, acompañado de personal de seguridad privada y personas de mantenimiento. De acuerdo con testimonios y fotos, el abogado intentó romper las cadenas del inmueble, pues no estaba abierto.
Al darse cuenta, los vecinos decidieron ir a encararlo y solicitar apoyo de la policía municipal, cuando los elementos de dicha corporación lo cuestionaron sobre por qué intentó abrir el inmueble, comentó que solo quería entregar unos oficios donde citan a quienes ocupan el lugar a un diligencia por una denuncia de despojo.
Posteriormente, comentaron, el litigante comenzó a caminar y abordó un auto conducido por otra persona para abandonar el lugar; incluso, dejó en las instalaciones del Cebis a los guardias de seguridad que lo acompañaron, a las personas de intendencia y su propio auto, que fue llevado a otro lugar por alguien más horas más tarde.
El entrevistado recordó que el Centro de Bienestar Social Xonaca es uno de los pocos lugares que siguen funcionando para darle difusión a la cultura en las periferias, toda vez que la mayoría de proyectos de este tipo solo se llevan a cabo en las calles aledañas al primer cuadro de la ciudad.
Por ello, solicitó el respaldo de la ciudadanía ante los hostigamientos de los que son víctimas, así como recordó que es gracias a los vecinos de la zona que el lugar se mantiene, pues por medio de cooperaciones y trabajo comunitario lograron hacer de un espacio abandonado, un centro cultural digno para la comunidad, sin la ayuda del gobierno.
R: DJ
