Sin verdad ni justicia, Rosario Ibarra muere tras 47 años buscando a hijo
Sin verdad ni justicia, Rosario Ibarra muere tras 47 años buscando a hijo. Foto: politico.mx
Sin verdad ni justicia, Rosario Ibarra muere tras 47 años buscando a hijo
Sin verdad ni justicia, Rosario Ibarra muere tras 47 años buscando a hijo. Foto: politico.mx

Sin verdad ni justicia por parte del Estado mexicano, Rosario Ibarra de Piedra, una de las líderes históricas de la búsqueda de desaparecidos, murió a los 95 años, de los cuales 47 se dedicó a la búsqueda de su hijo Jesús Piedra Ibarra, detenido en 1975.

El sábado 16 de abril, el país despertó con la noticia de la muerte de la legendaria activista en su casa de Monterrey, Nuevo León, lo cual fue confirmado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), encabezada por su hija, Rosario Piedra Ibarra.

Minutos después, el presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó la muerte de la activista, quien lo respaldó en sus tres candidaturas, y envió condolencias a sus familiares y amigos.

“Mala noticia: murió doña Rosario Ibarra de Piedra, quien nos recordará siempre el más profundo amor a los hijos y la solidaridad con quienes sufren por la desaparición de sus seres queridos. Ese era su verdadero partido aun cuando admiraba a Giordano Bruno”, expresó el presidente.

En seguida, decenas de funcionarios y políticos se sumaron a los lamentos y mensajes en memoria de “Doña Rosario”. Algunos compartieron fotos y anécdotas con ella.

Sin embargo, el Estado mexicano le quedó a deber a ella, así como a las madres y familias de más de 92 mil desaparecidos hasta la fecha, pues nunca le pudo aclarar en vida por qué detuvo a su hijo y qué hizo con él.

Así lo reconoció la propia activista, quien en octubre de 2019 dejó en manos del presidente López Obrador la medalla Belisario Domínguez, que le otorgó el Senado, y le pidió devolvérsela junto con la verdad sobre el paradero de los hijos y familiares desaparecidos, así como con la “anhelada justicia”.

Mi hijo me parió políticamente, decía

Rosario Ibarra de la Garza, mejor conocida como Ibarra de Piedra –por el apellido de su esposo, Jesús Piedra Rosales, exintegrante del Partido Comunista Mexicano— decía en entrevistas que parió a su hijo Jesús, pero que su hijo la parió políticamente a ella.

Y es que su carrera como activista inició en abril de 1975, cuando su hijo Jesús fue secuestrado y desaparecido por agentes del gobierno federal, a causa de su afiliación al grupo guerrillero Liga 23 de Septiembre.

En 1977, fundó el Comité Prodefensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, conocido posteriormente como Comité ¡Eureka!, integrado por madres y familiares de desaparecidos durante la llamada Guerra Sucia, emprendida por los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez contra guerrillas y grupos opositores.

Esta organización exigía que el Estado presentara con vida a los desaparecidos políticos y también buscó llevar a los responsables de esos crímenes ante la justicia. Tras más de 40 años, aún se desconoce el destino de Piedra Ibarra y miles de perseguidos en dicha época.

Entre sus logros, están una ley de amnistía que derivó en la cancelación de mil 500 órdenes de aprehensión, la liberación de 2 mil presos políticos y el retorno a México de 57 exiliados, así como el hallazgo de más de 148 desaparecidos con vida.

Ibarra de Piedra también ha estado involucrada en las luchas por el esclarecimiento de los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua, en la década del 2000, así como las matanzas de indígenas en Chiapas y Guerrero durante el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León.

En el ámbito político, ha sido diputada y senadora, además de candidata a la Presidencia en dos ocasiones: en 1982 y 1988, por el Partido Revolucionario de los Trabajadores. En esta última ocasión, protestó contra el fraude electoral para favorecer al priista Carlos Salinas de Gortari.

LPR

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