Las agresiones y amenazas dirigidas a los hijos por parte de los padres para provocar daño a las madres son formas de la violencia vicaria, un problema del que la CNDH tiene al menos 150 casos denunciados en el país, pero cuya realidad es mayor.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la violencia vicaria es aquella que atenta contra las mujeres usando a los hijos o personas significativas como medio para provocar cualquier forma de sufrimiento.
Es provocada principalmente por los padres de los hijos cuando existe el caso del término de una relación con una denuncia de violencia en su contra.
En este tipo de violencia intervienen factores de violencia familiar, física, psicológica, de género, económica, patrimonial, institucional y otros que son generados por las mismas autoridades que procuran y administran la justa protección de la niñez y la adolescencia.
Después de un proceso de entrevista realizado a madres afectadas, la CNDH detectó un patrón de violaciones recurrentes a sus propios derechos y al de sus hijos.
Incluye separación forzada y sustracción
Estos incluyen la separación forzada, la sustracción ilegal de dicha descendencia, suspensión de audiencias sin justificación válida y sobre todo el otorgamiento de cuidados parentales de la parte agresora sin una adecuada valoración de la niñez.
Adicional a lo anterior, es recurrente también los trámites de investigación sin pruebas suficientes, el retraso injustificado en procesos de guarda, custodia y alimentación, así como la solicitud de dádivas para la aplicación de diligencias de notificación.
Con datos como los anteriores, la CNDH instó a las autoridades de cada uno de los órdenes de gobierno a identificar en plenitud los casos de violencia vicaria en cada uno de sus respectivos ámbitos, realizando la implementación de mecanismos eficientes para prevenir, atender y eliminar toda forma de violencia que atente en contra de las mujeres y niños.
De igual forma, se busca garantizar que todos los asuntos en los cuales se vean involucrados niños y adolescentes sean canalizados con personal dedicado a temas de la materia, lo cual permitirá una correcta asignación del presupuesto económico y humano para su correcta ejecución.
Recientemente se publicó el Protocolo Analítico para Juzgar con Enfoque de Género, a nombre del Poder Judicial de la Ciudad de México, lo cual es digno de reconocerse ya que reafirma el compromiso para atender los casos remitidos por la CNDH.
RE: LPR
Editado por: Dariana Zapata F
