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Cartas a Gracia

La Guía para la Fase Intensiva del Consejo Técnico Escolar y el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes: Plan y Programas de Estudio de la Educación Básica 2022, publicada recientemente en la web y fechada en agosto del 2022 bajo responsabilidad de Delfina Gómez Álvarez, robaría a las y los docentes parte de los diez días hábiles destinados al receso escolar de fin de año. El índice mostraría que la Guía dedicaría 3 páginas a la presentación del documento y de las cuales se destacaron algunas de sus ideas en la carta anterior Gracia. La guía dedicaría una página al recordatorio de los protocolos sanitarios; otra más a las “orientaciones para el desarrollo del trabajo”, lo mismo que otras más dedicadas a las “sugerencias” para abordar la fase intensiva. El resto hasta contabilizar 84 páginas se destinarían a la agenda de trabajo, los anexos de las jornadas, la presentación de algunos diagramas y a la bibliografía.

En el siguiente punto -post presentación- reiteraría los protocolos establecidos en torno a la prevención de la transmisión de enfermedades respiratorias. Réplica de otras muchas más; solo que, en este caso, las recomendaciones ¿serían? orientadas a maestras y maestros, quienes en adelante recibirían el sobre nombre de “colectivo docente”, aunque omitiría señalar quién se haría responsable de la compra de los materiales e insumos requeridos por los más de 1 millón doscientos mil maestras y maestros de educación obligatoria que laboran en 198 mil 415 escuelas públicas de ese nivel (si serían las autoridades educativas federales y/o estatales o si correrían a cargo de las aportaciones voluntario-obligatorias que entregarían madres y padres de familia); si debería cargarse al salario de los compañeros del colectivo docente (CCD); o bien, en los casos en los que se pudiere -en una de cada tres escuelas- serían aportados por el Comité Escolar de Administración Participativa del Programa la Escuela Es Nuestra. 

La aplicación de la guía correría a cargo del Colectivo Docente (CD), descargando de esa responsabilidad al personal directivo de la institución a quien no se menciona. No obstante -se señalaría en el documento- si alguna afección respiratoria aquejara a algún miembro del CD, debería informarse a las autoridades educativas (ojo, no camaradas, ellas siguen en su función de autoridades) el documento rector no especificaría quien sería responsable de hacerlo, como tampoco señalaría quién autorizaría que el compañero de CD enfermo permaneciera en su casa si bien precisaría, que el enfermo debería seguir las indicaciones del médico tratante.

El protocolo sanitario que sería difundido nuevamente por la guía, recordaría que es obligatorio tomar la temperatura a cualquier persona que ingrese a las escuelas, utilizando de preferencia “un termómetro sin mercurio que no requiera del contacto físico, como los infrarrojos”; el uso correcto del cubrebocas “durante toda la jornada”; conservar la sana distancia; contar con ventilación natural; desinfectar los espacios que se utilizarían y evitar el consumo de alimentos y bebidas “en los espacios en los que se lleva a cabo la Sesión”. En este apartado, se señalaría que sería “preciso que cada docente use su propio material”; respondiendo a la inquietud que se esbozaría líneas atrás Gracia, pues parte del financiamiento de la fase intensiva de Consejo Técnico Escolar “correría a cargo de los camaradas del colectivo docente”.

El apartado denominado “orientaciones” tendría como propósito compartir referencias metodológicas mediante las que las autoridades educativas, transmitirían sus instrucciones a los “aprendientes” (los CDs) entre ellas, cómo organizar los cónclaves mandatados tal cual correspondería a la planificación centralizada y en apego al libreto, marginando la autonomía profesional. Maestras y maestros utilizarían algunas horas para presumir su prosapia académica y su “brillante” trayectoria como docente, tomando en consideración que en la actual administración se valorarían en demasía, tanto la antigüedad en el servicio como el trabajo en comunidades marginadas y con grupos vulnerables, que les permitieran resignificar su práctica educativa.

El colectivo docente podría organizar sus sesiones -señala el documento- como se le ocurriera, incluida la posibilidad de hacer algunas actividades de manera individual, aunque se contemplaría la posibilidad de realizarlo por parejas, por equipos y si lo decidieran, podrían incluso sesionar todas y todos. Las sugerencias recomendarían poner un tiempo límite al trabajo individual (para que no pierdan el tiempo). Respecto al trabajo colectivo -advertiría- se formarían equipos de manera equitativa y de acuerdo al número de maestras y maestros que integren al CD. Dispondría, además, la conducción rotativa de las sesiones plenarias siempre y cuando se observase “el principio de equidad e inclusión”, lo mismo que la libertad para que quienes participasen en la realización de esas sesiones, hiciesen uso de la palabra. Sobra decir que el CD debería enviar las evidencias que demuestren que el taller sería de provecho para la finalidad propuesta.

Entre las recomendaciones “para el desarrollo del taller” se sugiere que las y los docentes miembros del colectivo “preparen” con anticipación las sesiones, si bien se incorporen al CTE en su fase intensiva el día 2 de enero; asunto que permitiría inferir que sesionaría tan solo 4 días de los 5 previstos, salvo que sean citados el domingo previo, fecha en la que se reincorporarían a su centro de trabajo tras ¿disfrutar? del receso escolar. Adicionalmente, se les recomendaría que, en caso de no contar con auxiliares didácticos, utilicen otros que estuvieren al alcance de su mano y utilicen técnicas como la “lluvia de ideas” para plasmar acuerdos; observen principios como los de autonomía y colaboración para cumplir con los objetivos del taller y que, al finalizar, se compartan las tareas realizadas de manera individual.

Tan solo algunas preguntas Gracia para inquietar a tus compañeras y compañeros deseando -si se puede- que no les haya aguado las fiestas decembrinas Gracia. Si la guía estuvo lista desde el mes de agosto, ¿cuál sería la razón real para publicarla en la web tres días antes del receso escolar y fuese entregada a las y los supervisores el viernes último? ¿Cuándo las autoridades educativas entregarían los casi 200 mil termómetros digitales infrarrojos que requieren las escuelas públicas de educación obligatoria que participarían en este ejercicio y que tendrían un costo aproximado de 50 millones de pesos? ¿Qué tareas les serían asignadas a las autoridades escolares y al personal de apoyo y asistencia a la educación -si lo hubiera- en esta jornada? ¿Cómo funcionarían las escuelas de organización incompleta -1 de cada 3 de las 198 415 (Principales Cifras del SEM 2021-2022)? Mientras tanto, me despido de ti deseándote un feliz fin de año, que el próximo lunes 2 de enero dentro de 8 días, tendrías que presentarte a tu centro de trabajo, Gracia.

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