El 80 por ciento de los modelos de negocios está en riesgo, debido a que cada vez hay más desarrollos científicos, tecnológicos y sobre todo empresariales, que representan mayor competencia, garantizando la supervivencia solo de aquellos que sean más revolucionarios.

Derivado de la pandemia las empresas, los líderes y las marcas avanzaron más hacia la digitalización para ofrecer servicios o para implementarlo en sus procesos y esto incrementó el riesgo de pérdidas para quienes se han quedado estancados sin generar nuevas experiencias.

Las empresas que no generan innovación registran mayor cantidad de pérdidas financieras, enfrentan crisis de organización y en el peor de los casos, la quiebra y bancarrota debido a la falta de adaptación a las nuevas tendencias de comunicación o trabajo.

Hoy en día miles de empresa continúan sin tener presencia en redes o sin contar con sitios web para vender o anunciar sus productos, esos pequeños detalles de innovación nos pueden dar una referencia de cómo el atraso en este rubro puede representar grandes desventajas ante empresas que sí implementan estos procesos y herramientas.  

Se considera que el 10 por ciento de las empresas están en riesgo extremo si no hacen algo en su desarrollo e innovación tecnológica, mientras que en riesgo moderado se encuentran miles de empresas, instituciones privadas, y otros negocios como escuelas. Incluso los propios gobiernos sufren por la falta de innovación.

Este ya no es un tema exclusivo de la tecnología. Hoy en día afecta a casi todos los aspectos de nuestra vida, también al ámbito empresarial. Tras un par de años marcados por la aceleración de la transformación digital en empresas, instituciones y en nuestra sociedad, ante la crisis del Covid-19 surgen desafíos, pero también nuevas oportunidades.

En un mercado tan competitivo como el actual, a la vez de cambiante, la necesidad de las organizaciones de estar siempre un paso por delante de sus principales competidores, además de alineados con el mercado, ha provocado que dediquen cada vez más recursos a la innovación. Pretendiendo así mejorar constantemente la oferta de productos y servicios, ofreciendo una propuesta de valor diferencial.

Sin embargo, innovar, que hoy está tan de moda, puede parecer fácil y al alcance de todos. Pero en realidad muchos líderes y gestores no tienen claro por dónde empezar, en qué aplicar la innovación, qué modelo seguir y cómo garantizar que los recursos que van a ser invertidos en esta actividad sean rentables. Existen diferentes tipos de innovación: se puede innovar en los productos o en los servicios, en el modelo de negocio o en el de gestión, en proceso, etc…

Algunas ventajas son contar con nuevas ideas que, acopladas a las producidas en el interior de la organización, permiten un mejor desempeño optimizando recursos y tiempo, acceder a problemas reales y demandas de mercado, mayor acercamiento universidad-empresa y acceder a nuevas formas de financiamiento.

Para lograr implementar estos procesos las empresas deben marcarse retos; definir una estrategia, utilizar la creatividad y trabajar con equipos multidisciplinarios incorporando nuevas herramientas que faciliten el trabajo de la empresa, solo por mencionar algunas cosas.

Según el informe ‘Cómo llegar a ser una empresa innovadora’ de ACCIÓ, Agencia para la Competitividad de la Empresa de la Generalitat de Catalunya, también existen una serie de inhibidores de los procesos de innovación, como pueden ser:

1.       Falta de compromiso real para innovar.

2.       Miedo al fracaso

3.       Tendencia a la optimización.

4.       Aplicar la lógica de la gestión operativa.

5.       Gran peso de los criterios financieros.

6.       Desconfianza.

7.       Pobre identificación de oportunidades y amenazas (retos).

8.       Selección incorrecta de los proyectos.

9.       No comunicar adecuadamente.

10.   Pobre ejecución.

Las organizaciones, a través de sus equipos de innovación tienen una oportunidad de oro para llegar a nuevos ámbitos, integrar nuevas tecnologías, construir ecosistemas y obtener nuevos resultados empresariales de cara al futuro. Algunas fracasarán, pero aquellas que acepten el reto y se suban al carro de la innovación, podrán ofrecer soluciones innovadoras, sostenibles, rentables y competitivas. Convirtiéndose así en organizaciones disruptivas que crecerán con una gran proyección.

Si deseas conocer más sobre este tema o cómo implementar procesos de innovación en tu empresa no dudes en escribirme en [email protected] y sígueme en mis redes sociales. Hasta la próxima.

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