Con los clientes que quedan, tras casi dos años sin clases, negocios y comerciantes de la zona de Ciudad Universitaria (CU) al sur de Puebla capital, sobreviven a la contingencia por el Covid-19, aunque lamentan que sin estudiantes es un lugar “muerto”.
Así lo comentaron distintas personas, durante un sondeo realizado por Ángulo 7 la tarde de este viernes, donde se apreciaron locales en renta, otros más vacíos y múltiples anuncios de cuartos y habitaciones en alquiler, ofertadas para estudiantes.
Doña Elena, quien tiene un restaurante en el bulevar Carlos Camacho y Espíritu, del lado de la facultad de Contaduría de la BUAP, cuenta que el último año ha sido “el peor” en los seis años que atiende su negocio, pues tenía un segundo local que tuvo que cerrar por el embate económico.
Contó que los periodos sin estudiantes, como vacaciones, son los que más afectan, pues instaló su cocina en CU por qué “era un buen lugar”, sin embargo, la suspensión de clases, que se extiende desde febrero del año pasado por un paro estudiantil, la dejó en números rojos.
Esto, pues relató que las ganancias han caído “más del 90 por ciento”, en comparación a años pasados, pues comentó que “Son estudiantes de los que dependemos, no pasan otras personas“.
Lo mismo ocurrió Guadalupe Mora, quien vende tacos de canasta a las afueras de CU, del lado de la avenida San Claudio, al contar que su principal clientela eran los jóvenes, lo cual le permitió expandir su negocio.
Contó que pasó de realizar y vender hasta mil 200 tacos a solo 120, en su triciclo donde da rondines en la zona; la mujer relata que si logra la venta del día, aunque no hay comparación a meses anteriores.
“Tenía un negocio, si llega a acabar, no me puedo quejar, pero a la comparación de vender 3 mil a 4 mil, solo 350, a lo mejor suba a mil. Si nos afectó”, contó.
Repuntes, hasta siguiente año
La vendedora estimó que el nuevo regresó escalonado no bastaría para que se reactive la zona por completo, aunque confía en que se recupere la venta: “Pues si, yo creo que si, ya queremos comer con manteca, el aceite está muy caro”, respondió Guadalupe entre risas.
Lo mismo opinó Armando López, que tiene un centro de copias e insumos tecnológicos, quien estimó que sería hasta el siguiente año cuando se recupere la situación, aunque aún se mantiene con los clientes que ha conseguido luego de años en su local.
“No hay movimiento, solo los clientes, esto está desde antes de la pandemia, desde lo del paro no venían a clases“, relató, al sostener que aún sobreviven con las ganancias del día.
