Con denuncias ante la FGE por irregularidades en su gestión, sin aclarar la cuenta pública de la BUAP y acusaciones por reprimir a sus críticos es como Alfonso Esparza Ortiz se va de la máxima casa de estudios de Puebla.
En marzo de 2013, Esparza Ortiz fue nombrado rector interino de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), tras la renuncia de Enrique Agüera Ibáñez –quien buscó la alcaldía del municipio con el PRI ese año– para después ser elegido rector para el periodo 2013-2017 y posteriormente, para el de 2017-2021.
Para su primera campaña a la rectoría de la universidad, que duró diez días, gastó alrededor de 2 millones de pesos, según declaró en su tiempo en entrevista con este medio afuera de la Facultad de Medicina donde, junto al entonces edil Eduardo Rivera Pérez, puso en marcha obras de embellecimiento y seguridad en dicha área. La declaración a los reporteros que cubrían la fuente sobre el tema de campaña fue de inmediato frenada por el área de Comunicación Social de la BUAP en ese entonces para que no se hiciera la nota, ya que podría ser contraproducente para el aspirante en ese entonces a la rectoría.
En 2014, durante el morenovallismo, que se estableció en Puebla de 2011 a 2018 -primero con Rafael Moreno Valle y siguió con Antonio Gali Fayad-, Esparza Ortiz impulsó el rediseño del escudo universitario, para tornarlo azul, lo que desató críticas debido a que este es el color oficial del Partido Acción Nacional (PAN).
Y es que, durante las gestiones panistas, la máxima figura de la universidad se vio aplaudida por su quehacer al frente de la BUAP; Moreno Valle asistió a sus informes de labores y realizaron en conjunto diversos proyectos de infraestructura.
Durante 2018, con Gali Fayad, la dinámica fue similar, sin sobresaltos y con una relación que dista mucho de la que actualmente lleva con el gobernador Miguel Barbosa Huerta, quien inició funciones en 2019.
Cerrazón a la crítica
Respecto a la cerrazón a la crítica, Eudoxio Morales Flores, quien buscó la rectoría de la universidad para 2017, acusó ante este medio en julio de este año que, en diez años, al menos mil 500 trabajadores de la máxima casa de estudios fueron rescindidos, principalmente por ir contra los directivos universitarios. Lo anterior, a través de la Secretaría Técnica del Consejo Universitario y la abogada general Rosa Isela Ávalos Méndez, figuras que acosaron laboralmente a académicos y llegaron a despedirlos.
Con la llegada del movimiento “Me Too”, se hicieron más visibles los casos de acoso contra estudiantes al interior de la BUAP, lo cual también fue callado por autoridades de la máxima casa de estudios y fue tras la presión social cuando, hasta octubre de 2020, apenas tres docentes fueron cesados, pese a que había decenas de casos más.
Sobre este tema, la abogada Ávalos Méndez volvió a ser señalada de omisa, toda vez que, pese a denuncias formales ante la universidad, los docentes solo eran enviados a talleres y cambiaban a las afectadas de salón, mientras los presuntos agresores seguían dando cátedra vulnerando la seguridad de las jóvenes.
Relación Barbosa-Esparza
En contraste con la relación que mantuvo con los gobiernos panistas, la de Esparza Ortiz con Barbosa Huerta, quien asumió la gubernatura de Puebla en agosto de 2019, se tornó ríspida desde el principio, debido a que la Ley General de Educación de Puebla, avalada el 17 de mayo de 2020, buscó obligar a las universidades a rendir cuentas sobre el uso de recursos con auditorías externas.
Para junio de ese año, el rector consiguió un amparo ante una posible orden de aprehensión, además de que su hija Luz Andrea Esparza Vergara fue denunciada en dicho mes por la Secretaría de Planeación y Finanzas (SPF) estatal por el presunto manejo de recursos de procedencia ilícita.
Por su parte, en octubre de ese año, la Auditoría Superior del Estado (ASE) presentó dos denuncias ante la Fiscalía General del Estado (FGE) contra Esparza Ortiz por presuntos delitos cometidos en su administración: la primera, por operaciones simuladas, con el presunto uso de facturas apócrifas por 264 millones 739 mil 261 pesos y la segunda, por negarse a la revisión preventiva de su cuenta pública 2019.
A finales de dicho mes, Barbosa Huerta confirmó que dos prestanombres del rector habían sido vinculados a proceso por simular operaciones para desviar recursos de la universidad.
Se cobija en autonomía universitaria
Ante las denuncias en su contra, Esparza Ortiz fue respaldado por el Consejo Universitario e inició movimientos en redes sociales para dicho propósito, cobijándose en la autonomía universitaria y acusando que el gobierno estatal buscaba perjudicarla.
Estos dichos dividieron a la comunidad universitaria, pues muchos lo apoyaron, mientras que otros cuestionaron la contratación de dos despachos por parte de la universidad para realizar auditorías, mientras que el rector se siguió negando que la ASE realizara dicho ejercicio.
Hasta enero de este año, Esparza Ortiz se negaba a hacer pública su declaración como sujeto obligado, pues de acuerdo con la Plataforma Nacional de Transparencia (PTN) presentó actualizaciones de su declaración durante los últimos tres años de gestión, como lo obliga la ley, pero no hay ninguna versión para su consulta.
Para las elecciones de directores de diversas facultades en febrero de 2020, algunos alumnos de la facultad de Psicología acusaron que Esparza Ortiz impedía elecciones libres, pues bloqueó la candidatura del profesor Eduardo Rodríguez Villegas, por lo que se fueron a paro estudiantil.
Así, este 4 de octubre, Esparza Ortiz concluyó su gestión y dio inicio la de Lilia Cedillo Ramírez, la primera rectora en la vida de la BUAP, para el periodo 2021-2025.
