Abuelito regresa como “cerillito”; todo volverá a la normalidad, confía
Abuelito regresa como “cerillito”; todo volverá a la normalidad, confía. Foto: hidrocalidodigital.com
Abuelito regresa como “cerillito”; todo volverá a la normalidad, confía
Abuelito regresa como “cerillito”; todo volverá a la normalidad, confía. Foto: hidrocalidodigital.com

José es uno de los adultos mayores que, después de 17 meses, regresó a laborar como “cerillito” a la Gran Bodega, sucursal Chapultepec, en Puebla; aunque le costó acostumbrarse a usar cubrebocas, careta y las propinas disminuyeron, confía en que todo regresará a la normalidad.

Fue el domingo 22 de marzo de 2020 cuando la Gran Bodega anunció a los adultos mayores que suspendería sus servicios debido a que se declaró contingencia por el Covid-19 en Puebla, por lo que dejó de laborar al igual que otros 16 “cerillitos” más.

Al principio, no tuvo preocupación por dejar de trabajar, debido a que les dijeron que el periodo de “descanso” duraría tres meses, sin embargo, conforme avanzó el tiempo y la cuarentena se fue aplazando comenzó a sentirse preocupado porque las propinas que recibía lo ayudaban a solventar algunos gastos en su hogar.

En el periodo que duró la pandemia, José recibió dos despensas del Sistema Estatal DIF, mientras que una de la Gran Bodega, en tanto, no recibió ningún apoyo por parte de las autoridades municipales.

Gran Bodega implementa alcancía para apoyar

Sin embargo, la cadena de tiendas implementó una alcancía para poder ayudarlos. En cada caja se colocó una alcancía donde la ciudadanía podía apoyar con lo que quisiera y por cada peso, la Gran Bodega ponía otro, lo cual fue una pequeña ayuda para los empacadores.

Al respecto, José contó que las dos primeras veces recibió 500 pesos a la semana como ayuda de la colecta que inició la Bodega, sin embargo, el monto fue disminuyendo conforme pasó el tiempo, para que al final fueran menos de 250 pesos cada siete días.

Luego de que empezó la vacunación para adultos mayores, corrió el rumor de que pronto los empacadores regresarían, lo cual le dio esperanzas, sin embargo, éstas disminuyeron debido a que no recibía la llamada que en la empresa le prometieron para informarle sobre su regreso. Fue a principios de agosto cuando por fin recibió la noticia y el 18 de este mes por fin se hizo realidad.

Él considera que las medidas tomadas por las autoridades sanitarias son necesarias para evitar más contagios de Covid-19, aunque admitió que le costó trabajo acostumbrarse a usar careta, cubrebocas y gel antibactarial, pues no es cómodo trabajar de esa manera.

Jornada se redujo a dos horas

Además, antes de la pandemia, la jornada laboral para los empacadores era de cinco horas, pero se redujo a dos, para que sean menos los adultos mayores que se encuentren laborando.

Por su parte, de los 17 que eran antes de la pandemia, apenas regresaron ocho -con edades de los 70 a los 84 años, pues algunos no han podido regresar debido a que no han cubierto los requisitos para ser reinstalados, como una compañera que decidió no vacunarse debido a que no confía en la vacuna contra el Covid-19, requisito indispensable para regresar.

Respecto a volver “a la normalidad”, José se dice emocionado, porque ya se siente útil y menos estresado de estar encerrado, además de que ya aporta para los gastos de su casa.

Sin embargo, “la gente se acostumbró a empacarse sola”, por lo que ahora muchos prefieren hacerlo ellos, además de que la afluencia disminuyó, mientras que también el horario que actualmente tienen interfirió y las propinas disminuyeron, pero “por algo se empieza” y confía en que al reestablecerse la economía vuelvan a la normalidad.

Reconoció que “estamos en la tablita, bailando, aunque tomamos las medidas necesarias”, pues sabe que no está exento de enfermarse pese a haber recibido la vacuna contra el Covid-19, además de que las cajeras los recibieron con gusto “porque quieran o no sí hacíamos falta, porque ya se despacha más rápido al cliente”.

Es necesario señalar que, a principios de mes, el Sistema Municipal DIF (Smdif) informó que la asistencia de empacadores voluntarios de la tercera edad se mantiene en un 30 por ciento en tiendas de autoservicio.

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