En Chiapas se encuentra la zona arqueológica de Palenque, enclavada en la selva Lacandona, además en este estado cada año se celebra la fiesta de los parachicos en Chiapa de Corzo, ambos se encuentran en la lista de patrimonios de la humanidad de la Unesco.
La Secretaría de Cultura señaló que Palenque es una ciudad emblemática, pues se ubica cerca del río Usumacinta y es uno de los conjuntos urbanos más importantes del período Clásico Maya. Su arquitectura, sus relieves, su historia y sus muros hicieron que fuera incorporada a los patrimonios de la humanidad como bien cultural en el año 1987.
La zona cuenta con museo de sitio, unidad de servicios con tiendas INAH y marca Chiapas, biblioteca, auditorio, talleres infantiles, visitas guiadas a grupos escolares, sanitarios en taquilla y al interior del sitio.
Datos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) indican que Palenque fue junto con Tikal y Calakmul una de las ciudades más poderosas del Clásico Maya, y sede de una de las dinastías más notables a la que pertenece Pakal, cuya tumba fue descubierta en 1952 por el arqueólogo Alberto Ruz L’Huillier.
La zona arqueológica toma su nombre de la comunidad vecina fundada a finales del siglo XVI: Santo Domingo de Palenque. El sitio está formado por más de 200 estructuras arquitectónicas, adaptadas a la topografía del terreno que se extiende en una superficie de 2.5 kilómetros.
Música y color en Chiapa de Corzo
Más recientemente, en 2010, la danza de los parachicos en Chiapa de Corzo, Chiapas, fue nombrada patrimonio de la humanidad como bien inmaterial. De acuerdo con la Secretaría de Cultura, cada año esta celebración se realiza del 8 al 23 de enero en esa localidad del estado.
La danza de los parachicos abarca todos los ámbitos de la vida local y propicia la convivencia entre la comunidad, durante esa fiesta hay visitas a diferentes templos religiosos de la zona.
La danza de los parachicos representa el momento culminante de esta gran celebración, que se realiza desde hace 305 años en esta localidad del estado de Chiapas. Tambores, flautas y sonajas de hojalata se mezclan con danzas y ceremonias religiosas que forman parte de la tradicional Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, que se realiza en honor del Señor de Esquipulas (o de los Milagros) y de dos santos del catolicismo: san Antonio Abad y san Sebastián Mártir.
Todo empieza cuando los bailarines recorren la localidad de Chiapa de Corzo mientras cargan las imágenes religiosas y visitan diversos lugares de culto, todo ello desde la mañana y hasta en la noche, se considera una ofrenda a los santos venerados.
Los parachicos son dirigidos por un patrón que porta una máscara de expresión severa, una guitarra y un látigo para castigar simbólicamente el pecado y la desobediencia, mientras entona loas y toca la flauta, seguido por los mayordomos y autoridades que responden con aclamaciones, acompañados por jóvenes y niños que imitan los movimientos de los adultos.