Hugo Avendaño Reséndiz fue testigo de la saturación de pacientes en el IMSS de La Margarita, cuando estuvo internado a causa del Covid-19, sin embargo, si pudiera ver a los doctores que lo atendieron durante 14 días e identificarlos, les daría las gracias.
En entrevista con este medio, indicó que cree que contrajo coronavirus a finales de mayo del año pasado luego de que un compañero de su trabajo se quedó a dormir en el cuarto del taller donde laboraban y quien resultó ser positivo.
Recordó que decidió aislarse en su casa para evitar algún riesgo con sus familiares y hubo días que se empezó a sentir mal, por lo que fue al doctor, quien le recetó medicamentos, pero después, al no mejorar, decidió ir nuevamente a revisarse.
En la clínica del Paseo Bravo lo revisaron y tenía 82 de saturación, por lo que fue internado en el IMSS el 9 de junio del año pasado, cuando la pandemia estaba con el punto más alto; aunque no alcanzó cama, pudo estar en una camilla.
Mencionó que estuvo a punto de estar intubado, pero resistió y sólo se mantuvo tres días en urgencias, en donde dijo debido a la cantidad de personas que había, no había manera de guardar la sana distancia, por lo que incluso le tocó ver como una persona que “llegó a dar su último aliento” al hospital.
“Me pareció, dentro de lo que cabe, bien porque era mucha gente, los doctores, para mí, hicieron lo mejor posible y con los que pude ver, fue muy buena y si pudiera ver a los doctores y enfermeras que me atendieron les daría las gracias”, pronunció.
Sostuvo que durante el tiempo que estuvo en urgencias –tres días, más otros 11 en piso– nunca vio que el personal médico parara, pues era constante que llegaran pacientes contagiados ya que era cuando empezaba el pico más alto de la pandemia de 2020.
Avendaño Reséndiz comentó que nunca lo dejaron solo, pues si no eran enfermeras, eran doctores los que lo iban a ver, como ocurrió con los demás internados que estaban en la zona donde lo pusieron, donde había alrededor de 60.
Compañero de trabajo no la libra
Refirió que lo dieron de alta el 23 de junio, pero le recomendaron que se mantuviera en aislamiento por diez días con oxígeno, ya que, si bien el periodo en que se transmite el virus ya había concluido, era necesario tomar esas medidas.
Sostuvo que gracias a que está asegurado no tuvo que erogar tantos recursos, pues tanto las medicinas, como la atención y el oxígeno que ocupó corrió a cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Mencionó que hubo personas que le dijeron que no se dejara internar, ya que en La Margarita, en lugar de que lo curaran, lo iban a dejar sin atención, pero no fue así, sino que está agradecido con el personal de salud por lo que hicieron por él.
“La verdad en urgencias sí es muy fea la experiencia, me tocó ver como una persona llegó a un lado de mí, que estando muy grave murió, ataques de pánico de las personas porque van espantadísimas, se quieren salir porque les da miedo de que les decían que los iban a matar y así”, pronunció.
Y es que incluso, dijo que el compañero de trabajo que lo contagió a pesar de que tenía el seguro no quiso ir al hospital y optó por atenderse en su casa y si bien tuvo oxígeno, no pudo contra el virus y perdió la vida a los pocos días.